noviembre 28, 2011

España: la economía, estúpido+ Democracia no sirve con crisis

Al analizar los mensajes de campaña para las elecciones del pasado 20 de noviembre, el PSOE y el PP fijaron su interés en los temas centrales: los socialistas convocaron a salvar la democracia del acoso de la derecha y los populares centraron su argumentación en el desempleo. 
Sin embargo, las elecciones se resolvieron en una guerra de marketing político.
La clave de los posicionamientos políticos de los candidatos estuvo en el marketing electoral: no cómo ofrecer a un aspirante que puede tener la solución a alguno de los graves problemas del país, sino como vender una figura política. A pesar de la gravedad de los problemas políticos, sociales y económicos, Mariano Rajoy como centro-derecha pudo posicionar su mensaje por encima del candidato centro-izquierda Rubalcaba.
La política se ha convertido en un producto comercial. Por ello, por ejemplo, el candidato del PSOE dio un giro espectacular a su imagen de campaña que mostró su debilidad: en la fase final del último mes, el PSOE abandonó su color rojo simbólico y de pronto cambió sus escenarios por un azul igual al del Partido Popular; los estrategas socialistas se cansaron de decir que en alguna ocasión habían usado el azul, pero en el fondo el azul era ya propiedad política del PP.
Con un mensaje de colores, el marketing político quiso suavizar el exceso político del rojo y su efecto agresivo en los electores; sin embargo, el candidato Rubalcaba no pudo entender la lógica del marketing y le quitó efecto al cambio de color en su propaganda con un mensaje agresivo: “pelea por lo que quieres”, junto a su foto con el rostro tenso, de furia, y el puño cerrado.
En cambio, el PP encontró el espacio obvio para su campaña: la crisis económica; y dentro de ella, el efecto demoledor en las expectativas de los españoles de la cifra de 5 millones de desempleados. Los estrategas de Rajoy centraron la campaña en dos elementos: machacar la existencia del desempleo y ofrecer el cambio como una forma de abandonar esa parte de la crisis.
Los estrategas del PP pudieron entender la lógica del marketing al grado de que Rajoy no tuvo que hacer más campaña e inclusive se cuidó de esconder las medidas de ajuste macroeconómico que obligadamente tendrá que adoptar y que repuntarán un poco más el desempleo antes de comenzar a crear empleos. La campaña del PP creó el mensaje más sencillo que exhibía la incompetencia de los socialistas: “primero el empleo”.
Pero más que competencia de proyectos, de ideas o de enfoques, las campañas de los candidatos españoles se dieron en el escenario del marketing político al asumir a los candidatos como productos para vender.
Mientras que el PSOE enfatizó más la defensa de un proyecto político aplastado por la crisis y trató de azuzar el fantasma de la derecha, el PP eludió la confrontación ideológica y centró sus temas de campaña en el desempleo como síntesis de la incompetencia socialista para gestionar la crisis.
Acosado por los mensajes del PP, el PSOE nunca pudo salirse de la caracterización del partido de la profundización de la crisis económica. A ello ayudó el hecho de que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero se fue enredando cotidianamente con la crisis por las presiones de la Unión Europea y se aisló en el palacio de La Moncloa. Su vicepresidenta económica Elena Salgado fue reducida a una mera figura decorativa, sin ninguna iniciativa para paliar la crisis. Cuando se dio a conocer la cifra de 5 millones de desempleados, el gobierno de Zapatero se escondió y no emitió ninguna declaración aclaratoria.
Los estrategas del marketing electoral analizaron estos datos de la crisis económica en el proceso electoral como una forma de ilustrar que un partido de oposición puede concentrar la esencia de la crisis y de la incompetencia de gobierno en un solo concepto o en una sola cifra fácil de manejar.
Si la oposición logra imponer un dato, una cifra, como imagen de identidad de su adversario en el imaginario colectivo, la tendencia de los votos será difícil de revertir. Para responder a los ataques, Zapatero, el PSOE y el candidato Rubalcaba tenían que crear un mensaje superior al de los desempleados y no pudieron. De ahí la importancia de centrar las campañas del adversario en un tema y en una cifra.
Las campañas electorales dejaron de ser ya promociones de personas y de proyectos y presentación de ideas y se han convertido en mecanismos de manipulación de sentimientos, sensaciones y pasiones.
 El aspirante a candidato o el candidato en sí mismo que crea que las campañas deben promover una idea propositiva están perdiendo las elecciones con anticipación. Y dentro de los puntos más sensibles están las cifras del deterioro económico o alguna cifra que ilustre o resume el lado negativo del adversario.
Los dos temas centrales de la campaña del PP de Rajoy fueron demoledores: el desempleo como índice de la incompetencia en el ejercicio del gobierno y el uso del sustantivo cambio para mandar el mensaje de que el partido en el gobierno carecía de ofertas contra la crisis y tenía que irse.
Por eso es que el voto por la alternancia PP no se basó en la racionalidad de que el PSOE había fracasado en la gestión de la crisis sino en que tenía que irse del poder sin importar si el relevo del PP sería capaz de ofertar una salida a la crisis o si había alguna propuesta de fondo; no, el asunto se resumió en el voto de castigo: echar del poder a los socialistas por la crisis.
Los partidos de oposición han logrado explotar electoralmente tres factores: el cambio, la esperanza y la existencia de otro camino; La campaña de Barack Obama en 2008 fijó las nuevas coordenadas del marketing político, aunque su fracaso en el gobierno lo hayan colocado paradójicamente en el objetivo de la oposición que usa el modelo de Obama sólo que en su contra.
Lo que quedó claro en España es que las elecciones se reducen a la venta de un candidato, no a la oferta de una esperanza.
Por Carlos Ramirez.
Post RLB. Punto Politico.

noviembre 17, 2011

Encuesta PRD: el más rechazado + Pero Ebrard muy abajo para 2012


Atrapado en sus propias contradicciones, las encuestas para designar al candidato perredista a la presidencia 2012 escogieron al aspirante más popular pero el más rechazado, en tanto que el perdedor era el mejor posicionado en simpatías pero con menos posibilidades de ganar las elecciones.
En todo caso, las encuestas para las presidenciales fueron más bien un corte de caja para saber si Marcelo Ebrard se podría perfilar como el próximo caudillo perredista y para repartirse el pastel del poder entre el tabasqueño y el ex salinista; así, López Obrador se quedó con la candidatura presidencial y Ebrard se conformó con la posibilidad de imponer sucesor en el DF por la vía del dedazo.
Las preguntas de la encuesta fueron planteadas para saber el rechazo a los precandidatos y las posibilidades de los dos para ganar las elecciones. Los resultados de los sondeos --que carecen de rigor científico porque sólo captan sensaciones y se fijan en el instante de las preguntas-- dieron como resultado una contradicción: el precandidato que tendría más posibilidades de ganar es al mismo tiempo el político más rechazado.
Por tanto, el PRD tiene que explicar cómo es que podría ganar la elección presidencial de julio del 2013 el personaje más repudiado y --pregunta 2-- por quien la gente no votaría. Al final de cuentas, el PRD le estaría apostando al hecho de la real politik mexicana que convoca al elector no a votar por el mejor candidato sino al que tiene mejores formas de jalar votos, aunque sea el más rechazado.
Por si fuera poco, la realización de las encuestas tampoco resolvió el problema de la cohesión interna. La tribu dominante de Los Chuchos aceptó el modelo de las encuestas por la seguridad que le ofreció Marcelo Ebrard de que López Obrador no pasaría por la prueba de la consulta ciudadana debido a sus pasivos con la sociedad; sin embargo, el resultado fue el contrario ahora Los Chuchos tendrán que callar sus tambores de guerra contra el lopezobradorismo.
Así, Ebrard pudo haber dañado la estrategia del PRD de Los Chuchos para borrar dentro del PRD todo vestigio de López Obrador; la apuesta fue alta y a ella contribuyó Ebrard con sus cálculos --por encuestas previas no difundidas-- a su favor que registraban ya la declinación del tabasqueño por los pasivos del 2006. Sin embargo, el ánimo en torno a las encuestas llevó a los encuestados a decidir ya no en función de escenarios hipotéticos sino ya en función de la posibilidad de designar al candidato del PRD.
Ahora el PRD de Los Chuchos tendrá que someterse de nueva cuenta a López Obrador, quien ya había decidido no contar por el PRD y asumir su candidatura con el control total sobre el PT, la conversión de Convergencia en Movimiento Ciudadano lopezobradorizado y su propio grupo Morena. Así, el PRD será sumado en el furgón de cola de una alianza neopopulista; la reacción agresiva de Jesús Ortega contra la victoria de López Obrador en las encuestas dejó ver la decepción del PRD por la derrota a la que los condujo Marcelo Ebrard.
La expectativa del PRD de Los Chuchos era encumbrar a Ebrard como ganador en las encuestas, someter a López Obrador a los compromisos de reconocer al ganador y tomar el control total del PRD en el DF para definir candidato a la jefatura de gobierno del DF; el paso estratégico del PRD con Ebrard de candidato era un gobierno de coalición con el PAN --no una alianza PAN-PRD-- para detener el camino de regreso del PRI a la presidencia de la república y marginar más a López Obrador como candidato previsible --entonces-- de su propia coalición PT-MC-Morena.
Las encuestas iban a ser la puntilla del PRD de Los Chuchos contra López Obrador. Los sondeos previos realizadas por Ebrard habían registrado una declinación de la popularidad de López Obrador, pero de ahí a la encuesta oficial para definir al candidato se conoció lo veleidoso de las encuestas y la forma en que electorado puede cambiar de posición frente a escenarios diferentes. Ebrard y Los Chuchos presionaron a López Obrador para someterse al modelo de las encuestas, cuando el mejor camino hubiera sido el de una elección primaria con urnas y vigilancia de casillas. De ahí que el esquema de las encuestas haya sido un volado que perdió el PRD de Los Chuchos, aunque Ebrard ganó la posibilidad de poner a su candidato a la jefatura de gobierno del DF.
Al final, López Obrador y Ebrard ganaron con las encuestas y Los Chuchos fueron los derrotados. Ebrard, por lo demás, se hizo del control del PRD por ser la figura política dominante del grupo de Los Chuchos y demás obtuvo el reconocimiento de López Obrador por someterse al resultado de las encuestas. En este juego de poder, Los Chuchos salieron perdiendo todas las jugadas: el candidato del PRD será López Obrador, el perredismo de Los Chuchos será desplazado por los grupos de la coalición neopopulista de López Obrador y Ebrard se quedó con el DF y como el único interlocutor del PRD de Los Chuchos con el tabasqueño.
Con todo, el escenario del 2012 seguirá siendo el mismo: un López Obrador con base social acotada por su radicalismo, con la desconfianza de los sectores medios y altos por el plantón del 2006, la payasada de la presidencia legítima y los datos de las dos encuestas de que es el candidato con más mala opinión y por el que no votaría un vasto número de electores.
La jugada política de Ebrard no es muy difícil de prever: apropiarse del manejo político del DF con un sucesor impuesto por dedazo, controlar el PRD de Los Chuchos y esperar que el resultado del 2012 dé cuenta --ahora sí de manera definitiva-- con López Obrador por su posicionamiento en tercer lugar en las expectativas. Y así surgiría Ebrard como el próximo  caudillo del PRD.
Por Carlos Ramirez
Post.RLB.Punto Político.

noviembre 14, 2011

Helicóptero fue comprado a casino de EU


El helicóptero Súper Puma 
Aeropatiale 322L1, matrícula XC-UHP y número económico TPH-06, en el que perdió la vida José Francisco Blake Mora, fue comprado en 1985 al hotel casino Golden Nugget y dado de alto para su uso exclusivo para el transporte de funcionarios federales el 6 de noviembre de 1987.

Esta compañía, con sede en Las Vegas, lo utilizaba para transportar a sus clientes en visitas guiadas al Cañón de Colorado, los siete días de la semana de siete de la mañana a siete de la noche”, dio a conocer José Luis Moya, especialista del sector aéreo, quien lleva a cabo desde hace tres años investigaciones sobre el accidente del Learjet 45 en la Ciudad de México y donde perdió la vida el entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.
Según documentos en poder de Excélsior, el helicóptero, adquirido por el casino en 1983 a Eurocopter, llevó las matrículas N721SW y N58025 durante los dos años que la compañía lo utilizó, es decir, por más de tres mil horas de vuelo.
Los datos, confirmados en el Registro Civil de Aeronaves con Alas Giratorias de Estados Unidos de América (Rotorspot), muestran que el helicóptero, con número de serie y registro 2084, contaba con 28 años de antigüedad y tenía capacidad para 14 personas.
Cabe señalar que datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), solicitados vía el IFAI a principios de enero de este año, encargada del mantenimiento de la aeronave, muestran que a 2010 se habían destinado 13 mil 230.90 pesos al mantenimiento del Súper Puma A322L1.
El costo de la aeronave se mantiene como inexistente en la respuesta.
“Respecto a las horas de vuelo, no hay información pública acerca del historial de cada aeronave al servicio de la Presidencia. Esto es algo que se debe investigar y darse a conocer por parte de las autoridades”, manifestó Luis Moya.
Dionisio Pérez-Jácome, titular de la SCT, dijo ayer en conferencia de prensa que ésta acumulaba seis mil 501 horas de vuelo.
Otra respuesta de solicitud al IFAI, la número 0210000025705, en poder de este diario, muestran que del 1 de diciembre de 2000 al 31 de marzo de 2005, el helicóptero siniestrado el pasado viernes tenía solamente acumuladas 717:25 horas de vuelo en casi cinco años.
“Esto demuestra que ya se compró con muchas horas de vuelo, pues si en cinco años sólo se utilizó 717 horas, cómo es que en 2011 ya tiene seis mil 501”, señaló el especialista en aeronáutica.
El mismo secretario de Comunicaciones y Transportes dijo que el helicóptero que cayó alrededor de las nueve de la mañana del pasado viernes en el cerro del Ayaqueme del poblado de Santa Catarina Ayotzingo, municipio de Chalco, Estado de México, era un Súper Puma fabricado en 1984 y adquirido por la Presidencia en 1985.
“Se le asignó la matrícula XC-UHM, identificada como TPH-06, con número de serie 2127.”
Este último dato es incorrecto, pues la nave donde fallecieron más funcionarios del Gobierno Federal tiene el número de serie 2084, con matrícula XC-UHP y fue fabricado en 1983.
Asimismo, el Grupo Aéreo de Transportes Presidenciales, una unidad de la Fuerza Áerea Mexicana que depende operativamente del Estado Mayor Presidencial, fue creado el 16 de abril de 1986, para supuestamente garantizar los viajes seguros y sin contratiempos del Presidente de México y sus secretarios de Estado.
El helicóptero TPH-06 sirvió para que funcionarios de los gobiernos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón se transportaran a eventos y reuniones importantes.
Al margen: El helicóptero no tenía caja negra ni grabadora.
La respuesta de Gilberto López Meyer es:
“Las grabadoras de voz y de datos de vuelo en las aeronaves se empezaron a usar  aproximadamente en los años 50’s, es cuando se empezaron a desarrollar las primeras grabadoras  muy rudimentarias y muy básicas y se han ido incorporando gradualmente en la flota mundial a lo largo de muchos años y han ido mejorando su diseño y su capacidad de grabación, etcétera.
Y tradicionalmente estaban enfocadas a los aviones comerciales grandes, es donde históricamente en las primeras cuatro décadas probablemente de utilización, se estuvieron instalando.
Ha sido en los últimos 20 ó 25 años cuando gradualmente se han ido instalando en aeronaves más pequeñas y también en helicópteros. Pero hay aeronaves que por su antigüedad, por ejemplo, no tienen la posibilidad técnica de instalar una grabadora, porque la grabadora no sólo es la grabadora, son los sensores de grabación, múltiples sensores de grabación: Micrófonos, sensores de fuerzas de gravedad, de vibración, de velocidad, etcétera. Y hay aeronaves que técnicamente no pueden, no se les puede instalar porque habría que rediseñar totalmente la aeronave.
En otras ocasiones hay o sería demasiado costosa. En este caso en particular, la exención legal para las grabadoras proviene de dos variables. Una, la antigüedad de la aeronave y otra el tipo de utilización de la aeronave.
Ustedes pueden consultar la norma. Es una norma pública, la Norma Oficial Mexicana 022-SCT3-2001. Está en Internet. Es una norma relativamente compleja de interpretar, pero ahí señala que para un helicóptero con año de fabricación 1984, como es éste, con peso superior a los 7 mil kilos, pero que se dedicaba a un transporte oficial, no a transporte aéreo internacional, no había la obligación legal de instalar grabadoras. Esa es la respuesta fundamental.
El tema de la explosión. Para que exista un incendio y una explosión en un accidente o en cualquier evento se requiere de una serie de factores. Por supuesto que haya un material inflamable, en este caso el combustible, pero también que haya la condición atmosférica idónea para que pueda encender ese combustible: Oxigeno, que no haya demasiada humedad, etcétera, etcétera. Y que haya fuentes de ignición suficientes para generar el calor para que haya el incendio y eventualmente una explosión.
La explicación de la interacción de esas variables es una explicación muy compleja, pero evidentemente no había todos los elementos o no hubo todos los elementos para que se diera el incendio y la explosión. Hay que recordar que este accidente fue a una velocidad relativamente baja, y a diferencia de los accidentes con aviones turborreactores, en donde casi siempre hay explosiones, en el caso de los helicópteros no es así, porque los helicópteros normalmente tienen accidentes a velocidades más bajas.
No es tan preciso decir que la mayoría de los helicópteros explotan en los accidentes, es todo lo contrario en los helicópteros. En los aviones que vuelan a velocidades superiores es diferente. Esa es la explicación.
por Paul Lara/ Excélsior  
Post RLB. Punto Político.

El helicóptero accidentado Super Puma estaba en el nivel A


La Secretaria de la Defensa Nacional, informó que la aeronave accidentada se encontraba en nivel operativo “A”, es decir, en condiciones óptimas para volar.

Se dio a conocer que , el helicóptero accidentado en el que murieron ocho personas, entre ellos el titular de la Secretaria de Gobernación, Francisco Blake Mora, pertenece a la Fuerza Aérea Mexicana desde 1987, en el sexenio presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado.
Asimismo, la aeronave siguió utilizándose en la flota de “apoyo presidencial” en los sexenios de los ex presidentes Ernesto Zedillo y Vicente Fox.
El Súper Puma en cuestión, fue fabricado en Francia en 1983, por la compañía Aérospatiale (hoy Eurocopter SAS), cuyo número de serie es 2084, matrícula XC-UHP, número económico THP-06, el cual estaba bajo el resguardo y operación del Estado Mayor Presidencial (EMP).
La SEDENA informó que la aeronave accidentada se encontraba en nivel operativo “A”, lo que significa que estaba en condiciones óptimas para volar y que recibió el mantenimiento que corresponde a sus horas de vuelo.
Por Raul Lozano
Post. RLB.Punto Politico

noviembre 11, 2011

Camín: conclusiones sesgadas + Sólo matemáticas para dummies

Luego de haber fracasado en abril con el argumento de “escuadrones de la muerte” para relacionar muertos en la estrategia de seguridad, ahora el escritor Héctor Aguilar Camín viene con el invento de “índice de letalidad” como crítica a los saldos de la violencia.

Sin embargo, su columna del martes 2 en Milenio, basada en un texto publicado en Nexos, carece de base científica, relaciona manzanas con kilos de cemento, ignora la cientificidad de la estadística y quiere inventar unas matemáticas propias. 
De hecho, en los dos textos no existe nada que tenga que ver con estadística relacional o correlación o regresión. Se trata del uso del modelo de matemáticas para idiotas o mathematics for dummies.
El índice de letalidad se realizó en Brasil para analizar el saldo de fallecidos en las incursiones policiacas. En México, bajo la supervisión de Aguilar Camín, tres abogados lo trasladaron automáticamente y lo aplicaron en México: comparar el número de delincuentes muertos con el de heridos; si los primeros rebasan a los segundos se establece el índice de letalidad que implicaría un uso no medido de la fuerza.
En las matemáticas y estadísticas aplicadas a la ciencia política hay fórmulas específicas para establecer relaciones de causalidad; lo peor que puede pasar es sumar y restar sin fórmulas; al final de cuentas, la causalidad es una ciencia. El punto central radica en las ponderaciones de hechos específicos no tomados en cuenta: los enfrentamientos entre miembros de fuerzas armadas con bandas criminales son diferentes al de las fuerzas policiacas; los primeros repelen agresiones, tienen equipamiento de seguridad más sofisticado y su accionar debe que ser letal; la policía no enfrenta delincuentes, los busca y los arresta. Ello involucra algunas cifras engañosas: las fuerzas armadas tienen menos bajas que los delincuentes por razones de capacitación para las batallas; los primeros usan técnicas, los segundos disparan a lo loco. Por tanto, la conclusión como índice de letalidad es engañosa y no científica.

El índice de letalidad de la revista Nexos está sesgado en el análisis mexicano y carece de fundamentación matemática. A pesar de tratar de vincular un hecho con otro --teoría de la causalidad--, no tiene nada de estadística relacional: correlación o regresión, la correlación exige carácter científico y no implica causalidad (cum hoc, ergo propter hoc, con esto, luego a causa de esto). Tratar de relacionar A con B exige conocimiento científico.
El trabajo promovido por Agilar Camín se sustenta en un modelo brasileño; sin embargo, Ignacio Cano, el sociólogo que lo desarrollo en Brasil, considera variables que aquí no tomaron en cuenta. El trabajo es más global que el sólo indicador de la letalidad y abarca efectividad policial: diferenciar entre crimen y desorden, estudiar actividad policial, incluir la tasa de esclarecimiento de investigaciones criminales, corrupción policial y otras.
La conclusión de Aguilar Camín es falaz. No es la primera vez. Indicador Político registró en abril pasado la pifia del escritor al llegar a conclusiones con argumentos sin verificación: “el director de Nexos da por cierta la frase del general Bibiano Villa de que como director de seguridad pública de Torreón “se echó a 200 malandros”. Sin confirmar el dato, Aguilar Camín se proyectó: “ponle que hay diez generales Bibianos Villa o retirados en otras diez ciudades; mira, son dos mil (malandros muertos) en un año”. Ahí se vio parco el autor de ensayos sobre la Revolución Mexicana: en su arrebato especulativo, ¿por qué no mencionó a 100 generales, de a 200 cada uno, serían 20 mil muertos? O quinientos generales para llegar a la conclusión de cien mil muertos”. La misma falta de rigor intelectual se dio en el asunto del índice de letalidad.
El estudio de Nexos mezcló acciones policiacas con las de las fuerzas armadas; pero las primeras actúan de manera policiaca y las segundas repelen ataques de bandas criminales. Ahí se encuentra parte de la falacia: el análisis se basa en reportes de prensa que carecen de valor científico; la oficina de Comunicación Social de la Secretaría de la Defensa Nacional echó abajo el modelito de Nexos al informar que de diciembre de 2006 a noviembre de 2011 el ejército tuvo mil 840 agresiones de grupos criminales, con 122 militares muertos y 689 heridos y dos mil 137 delincuentes muertos y 331, heridos, con dos mil 78 detenidos. Con estas cifras, el índice de letalidad de Nexos pierde eficacia científica.

El otro error metodológico es comparar acciones de las fuerzas armadas con las de la policía, cuando los métodos son diferentes; las primeras van a combate y las segundas tienen que mantener el orden; de ahí que el índice de letalidad tenga otro sesgo porque compara por igual policías que fuerzas armadas. Y a ello se agrega la disponibilidad sin precedente del ejército ante las quejas de violaciones de derechos humanos; en los mismos días del texto de Aguilar Camín y Nexos, la justicia militar condenó a más de 40 años de cárcel a militares que mataron a civiles en una acción de seguridad, con lo que se demostró que el ejército no usa el fuero militar como impunidad; casi el 90% de las quejas contra militares concluyeron sin responsabilidad para los soldados.
El intento de Nexos y Aguilar Camín no fue científico. En su libro Las formas de medición del fenómeno político, el especialista Francisco Sánchez Espinoza señala que el uso de la estadística debe ser preciso porque se comete el error de “no considerar el análisis de la varianza y tampoco se establecen variables de control”. Por tanto, el uso de la causalidad entre dos hechos suele equivocarse.
El problema también es la falta de ética intelectual de no reconocer errores, esconder los argumentos de aclaraciones --como Aguilar Camín-- y no aceptar equivocaciones. El análisis matemático de la realidad política requiere el rigor de las cifras y no lo gelatinoso del derecho.

Por Carlos Ramirez
Post RLB.Punto Politico.