agosto 21, 2012

El Yo soy132 como PRI de antes + La democracia, un mero pretexto


El movimiento estudiantil YoSoy132 se salió de control, perdió identidad y se perfila como organización anarquista y antisistémica.
Su fervor por la democracia es una mera pose demagógica porque en realidad se trata de una organización autoritaria que dice buscar la democracia pero se la ha pasado atacando las instituciones democráticas; y dice luchar contra la imposición de Enrique Peña Nieto pero en el fondo esconde su intención de imponer a Andrés Manuel López Obrador al margen de las instituciones democráticas.
A pesar de -o a lo mejor por-- estar formado por estudiantes de educación superior de instituciones privadas y públicas, el 132 ha definido autoritariamente su propia democracia, aunque es la hora en que se niegan a aceptar sus modelos de democracia: el 132 representa una democracia de masas y en movimiento y lucha contra la democracia representativa que define la Constitución.
Si se revisan los posicionamientos respecto a las elecciones, desde la campaña contra el PRI y Peña Nieto hasta la estrategia para bloquear e impedir la toma de posesión del ganador que determinen las instituciones electorales, el 132pugna por imponer autoritariamente su voluntad, muy al estilo de la democracia de masas liderada por caudillos.
La democracia de masas depende de la movilización, del bloqueo en las calles, de tomar por asalto casetas de autopistas para violar la ley dejando pasar automovilistas sin pagar, de bloquear los accesos a medios de comunicación que ellos consideran que colaboraron con la política mediática de Peña Nieto y con ello tratar de obligar a un medio de comunicación privado a asumir la política informativa del 132 y no la que determinen las definiciones de las empresas. Asimismo, el 132 ya avisó que no respetará el resultado oficial de las instituciones electorales sin presentar --a pesar de estar formado por estudiantes e investigadores de nivel superior-- pruebas de sus dichos; ahí es donde el 132 es voluntaristamente autoritario: es su opinión… y punto, se debe acatar, aunque la democracia es el sistema de ejercicio de la libertad de expresión donde cada quien puede exponer libremente sus ideas.
El domingo, alguna de las tantas facciones del 132 estudiantil decidióbloquear uno de los accesos al edificio del periódico Milenio en nombre de la democracia y por no estar de acuerdo con la política editorial de ese medio privado de comunicación. Al bloqueo se unió otra fracción del 132 formado por la “asamblea de posgrados” de la UNAM, es decir, de nivel de maestría y doctorado. Hasta donde se tienen datos, ninguno de los estudiantes o profesores del 132 se ha preocupado por presentar algún ensayo o investigación académica que pruebe científicamente que Televisa o Milenio violentaron el equilibrio informativo.
Ahí es donde se percibe la pobreza intelectual y científica de los estudiantes y profesores del 132 y su degradación a vándalos callejeros que usan la violencia social callejera para desacreditar a adversarios, cuando en una democracia real existen espacios deliberativos, de confrontación y de difusión de ideas críticas. Por tanto, el pensamiento político e ideológico del 132 es autoritario y, peor aún,totalitario porque quiere imponer, en un escenario de construcción democrática, su versión de una realidad como la única; paradójicamente, se trata de un comportamiento exactamente igual al PRI del viejo régimen cuando imponía su enfoque de la realidad como único.
El 132 no ha abierto mesas de debates, no ha dialogado críticamente con los analistas de los medios cuestionados, no ha enriquecido el debate con ideas; sus impugnaciones son dogmáticas, con frases chuscas o insultantes en carteles exhibidos en marchas, carecen de un marco teórico indispensable, obviamente sesalen de los canales institucionales porque sus demandas no resisten el análisis científico de la realidad. Es más fácil bloquear Televisa y Milenio que promover algún debate de ideas sobre el papel de la televisión o realizar investigaciones de contenido sobre los medios.
En este sentido el 132 es víctima de sus propias críticas: se hunden en las redes sociales que son mecanismos de interrelación pero no de análisis de fondo. Por ello es que es más fácil una frase chistosa en 140 caracteres que un ensayoanalítico sobre el futuro de la sociedad o los escenarios del corto plazo o el papel de los medios. El grito callejero y el plantón sustituyen el debate de ideas. ¿Quién del132 ha escrito algún ensayo sobre la transición, el pasado del PRI, el futuro de la restauración? La foto de ayer del plantón de Milenio presenta a militantes echando la güeva en sillas, alguno de ellos dormido, en lugar de haber montado una mesa para debatir políticas editoriales con periodistas de ese medio o de Televisa.
Lo grave de las posiciones estridentes del 132 radican en lo que pudiera considerarse la negación de la democracia: imponer por la fuerza la voluntad de una minoría rebelde por encima de la participación de una mayoría institucional: Peña ganó por 3.4 millones de votos a López Obrador, el PRD y sus aliados representaron el 30% del electorado y el 132 es una coalición gelatinosa de grupúsculos de presión sin una esencia política. Si los estudiantes del 132 han ido a la universidad para terminar como los Panchos Villas cerrando casetas de autopistas, entonces el sistema educativo mexicano ha sido un fracaso.
Así, el 132 ha derivado en un vandalismo callejero y está muy lejano de una organización de estudiantes de educación superior debatiendo la democracia. El132 llamó la atención por la juventud de sus miembros, pero parece que la dirección política del movimiento está en manos de los profesionales de la industria de la protesta. Si es así, los padres de familia tendrían todo el derecho de exigir a las escuelas de sus hijos la devolución de las colegiaturas porque seguro los enviaron a estudiar ideas y no a graduarse en plantones y marchas.
Por Carlos Ramirez
Post. RLB. Punto Político.

agosto 17, 2012

Vacíos de poder y de gobierno + Por eso narco escala violencia

 Aunque los cárteles del narcotráfico carecen de estrategas políticos, de todos modos se mueven por intuiciones de corto plazo. De ahí que la contraofensiva del crimen organizado en una docena de entidades de la república de la zona centro-sureste sea correlativa al vacío de poder y vacío de gobierno posterior a las elecciones presidenciales.
México vive uno de sus más inquietantes interregnos presidenciales: el partido del presidente Calderón perdió las elecciones, el PRI opositor llega sin un aparato de inteligencia y seguridad nacional suficientemente cohesionado y las oficinas oficiales para esos menesteres han sido atadas de manos, les pusieron una vendas en los ojos y no tienen prótesis auditivas luego de que los derechos humanos afectaron sus oídos internos y disminuyeron su capacidad.
A ello se agrega la incomprensión de algunas organizaciones e instituciones respecto a la decisión gubernamental de lanzar una ofensiva contra las bandas del crimen organizado que se habían sentado en zonas territoriales de soberanía del Estado. Las decisiones oficiales, de derechos humanos y en la Corte Suprema han hecho inefectiva la lucha contra los cárteles de la droga. Ello ha sido aprovechado por las bandas criminales para aumentar su criminalidad y arrinconar al Estado en espacios estrechos de los derechos humanos.
El acotamiento a las fuerzas de seguridad, la alternancia partidista en la presidencia de la república, la tardanza en la declaración de presidente electo han dejado prácticamente a la sociedad en un vacío de poder, de autoridad y de decisión de seguridad por, hasta ahora, dos meses. Y mientras más debilite López Obrador al próximo presidente de la república con acusaciones sin fundamento, la capacidad de gestión del poder presidencial será menor y a favor de las bandas criminales. El activismo del narco en los últimos días en Nuevo León, San Luis Potosí, Guanajuato, Zacatecas, Michoacán, Guerrero, Veracruz, Estado de México y Distrito Federal corresponde a ese vacío institucional de poder: el presidente saliente ya no tiene fuerza, los derechos humanos han paralizado la acción de seguridad y el próximo presidente tardará en ser reconocido y tendrá que lidiar primero con la campaña de descrédito del PRD.
A ello se agrega el avance del poder corruptor del narcotráfico: entidades de la república donde los funcionarios están al servicio de las bandas criminales, incapacidad de gobiernos estatales para crear policías resistentes a la corrupción del narco, políticos en activo al servicio del narco, corrupción del narco en sectores militares, políticos, empresariales, bancarios y ahora hasta altos niveles de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Y en medio de la parálisis del sector público lo mismo por corrupción que por decisiones de la Corte Suprema se desarrolla una campaña de desprestigio del poeta y anarquista católico Javier Sicilia en los Estados Unidos con la única intención de que el gobierno de Calderón detenga la ofensiva contra el narco y regrese de inmediato a los militares a sus cuarteles, lo que significa de modo automático la entrega de las plazas a los cárteles del narcotráfico. Sicilia fue a los EU a pedir más intervencionismo de la Casa Blanca en asuntos mexicanos.
La atención en el tema de inteligencia y seguridad nacional ha pasado, de modo natural, al candidato ganador de las elecciones, Enrique Peña Nieto. Y si en su entorno existe sensibilidad, entonces desde ahora debería de entender que el problema número uno de México no es el empleo, ni la reforma política, ni las reformas estructurales, ni López Obrador, ni la toma de posesión, sino la necesidad urgente de tomar desde ahora mismo los controles de las decisiones de seguridad nacional, sobre todo por la contraofensiva de los cárteles del narcotráfico en una docena de entidades.
Para colmo de la incomprensión hacia el uso de las fuerzas armadas, las acciones de violencia del crimen organizado en esas entidades no han podido detenerse con la policía sino que se hace necesaria e inevitable la intervención directa del ejército; pero sería comprensible que los militares sean más reacios en operar mecanismos de contención contra el crimen organizado si en estos días la Corte Suprema sigue acotando su accionar con los derechos humanos.
Lo grave del asunto es que los casos de violación de derechos humanos por parte de militares han sido daños colaterales o formaron parte de abuso de poder de militares que ya fueron juzgados por tribunales militares y, paradójicamente para la Corte Suprema, esos expedientes fueron enviados a tribunales civiles por los propios tribunales militares; en realidad, la Corte sólo ha decidido cuestiones de competencia de tribunales, no de negativa militar a castigar abusos. Pero los militares tendrían a su favor todas las razones para negarse a combatir delincuentes si la sociedad civil, la sociedad política y la sociedad judicial sólo están pensando en castigar abusos ajenos a comportamientos militares. Si la sociedad castiga a los militares, lo mejor es que los militares regresen ya a sus cuarteles y que la sociedad de defienda sola.
En este tiempo político de coyuntura delicada necesita Peña Nieto desde ahora mismo tomar las riendas del control de la política de inteligencia y seguridad nacional, así como en el pasado el presidente electo controlaba la Secretaría de Hacienda y la embajada de México en los EU. Las decisiones urgentes del gobierno de Calderón para encarar la contraofensiva del narco deben de estar avaladas por Peña Nieto como próximo presidente de la república.
Si Calderón y Peña Nieto van a esperar tres y medio meses para la entrega de los instrumentos de poder y en medio de una contraofensiva del narco, al país le esperan días más aciagos y violentos. Y peores si hasta ahora casi nadie se atreve a condenar al crimen organizado a pesar de que el 95% de los muertos en el sexenio fueron producto de una guerra entre cárteles.
Por Carlos Ramirez.
Post.RLB: Punto Político

La transición y los dinosaurios + El México que fue y ya no es


La anécdota ha sido contada aquí: días antes de su artero asesinato en el aciago 1994, José Francisco Ruiz Massieu preguntó a analistas de su confianza desde dónde se podría operar la transición democrática, si desde la Cámara de Diputados o desde la Secretaría de Gobernación.

Observador agudo de la transición democrática de España y coordinador de un libro sobre las transiciones que publicó en la entonces Fundación Siglo XXI del PRI, Ruiz Massieu había entendido una clave del proceso español por el papel de Adolfo Suárez en esa operación democratizadora, saliendo directamente del Movimiento, la falange política del franquismo, para democratizar el sistema: --Las transiciones las hacen los dinosaurios

En medio de la desesperación mediática de López Obrador para ocultar su segunda derrota en elecciones presidenciales, de medios agobiados por amarrar navajas en confrontaciones en las élites, de una violencia criminal no analizada, el tema del regreso del PRI al poder ha quedado relegado del verdadero debate que debiera darse en la segunda alternancia mexicana: qué tipo de PRI estará en el ejercicio del gobierno y qué tipo de sociedad existe en el país.
Por lo pronto, dos discursos no han sido insertados en la agenda de los debates políticos: el de Enrique Peña Nieto del 21 de mayo en el que definió la presidencia democrática y el de Manlio Fabio Beltrones el 9 de agosto en la reunión de grupos parlamentarios priístas con Peña Nieto. Más que por lo que prometieron en cuanto al ejercicio del poder por el PRI en su regreso a la presidencia de la república, ambos pronunciamientos pueden leerse también como el registro político por parte de los que serán jefes del ejecutivo y del legislativo sobre el México diferente que les tocará gobernar. En cuanto a pronunciamientos políticos, los dos delinearon lo que cambió en México y que, sin duda, impedirá la restauración del viejo régimen, aunque existe el peligro que la falta de reformas de las instituciones nuevamente permita un sistema político priísta bastardo.
En su discurso de la presidencia democrática --leído al calor del nacimiento del movimiento YoSoy132--, Peña señaló sus compromisos que no fueron sino, dialécticamente asumidos, el reconocimiento de la conquista social en los últimos años del viejo régimen priísta y en los doce años de gobierno panista. Es decir, serían los puntos que el PRI en la presidencia ya no podrá modificar, y en todo caso podría hasta enfrentar una profundización de esas prácticas políticas ganadas por la sociedad.
--Libertad de manifestación.
--Libertad de expresión.
--Derechos humanos.
--División de poderes.
--Elecciones libres.
--Transparencia y rendición de cuentas.
--Federalismo y transparencia.
Beltrones, por su parte, hizo una definición conceptual de largo alcance: ya no habló de mayoría o de primera minoría sino de “grupo mayor”, lo cual implica que el 41.4% de la bancada priísta sería el pivote de las reformas pero sin agobiar por su número. Lo importante es que los pronunciamientos de Peña Nieto y Beltrones se realizan antes de la toma de posesión de ambos de sus cargos y por tanto se convirtieron en puntos de compromiso que la sociedad y los medios debieran de asumir como puntos de referencia de sus actuaciones.
Asimismo, Beltrones también mandó un guiño en el artículo que publicó enReforma en lunes pasado al retomar los aspectos esenciales de su discurso ante legisladores electos priístas: la cita que hizo de Miguel Roca, uno de los arquitectos de la Constitución que cerró el candado de la transición democrática de España para evitar regresiones o restauraciones, y referida al papel político de los pactos o acuerdos entre las fuerzas políticas para consolidar los cambios democráticos. México ya consiguió la transición democrática al pasar de un régimen autoritario con partido dominante a procesos electorales que permitirán alternancia del PRI al PAN y del PAN al PRI.
Experimentadas dos alternancias, lo que le ha faltado a la transición mexicana y debe venir es la construcción de la democracia; por sí mismas, las alternancias son parte de la democracia pero no su esencia. México carece de un sistema político como el español que permita un Adolfo Suárez para operar simultáneamente una transición democrática-instauración democrática en sucesión de tres esquemas de tres años: reforma política para voto libre, reforma del modelo de desarrollo y pacto constitucional. La transición española fue programada, con una hoja de ruta; la de México ha sido de circunstancias, eludiendo las rupturas revolucionarias y violentas, de botepronto.
Estudioso de los Pactos de la Moncloa, el acuerdo entre todas las fuerzas políticas que modernizó el modelo de desarrollo de España y enterró el falangismo económico español, Beltrones parece haber entendido que la salida de la crisis del desarrollo de México se encuentra en el pacto-acuerdo de las reformas que modernicen el modelo de desarrollo. Sólo que el principal obstáculo para ese presunto Pacto Mexicano se localiza en la resistencia de grupos del falangismoeconómico mexicano --la estructura corporativa tanto empresarial como sindical-- y todos ellos configurados en el Estado priísta.
La ingobernabilidad mexicana sólo tendrá solución cuando las reformas a las instituciones promovidas por la élite gobernante sean cuando menos iguales a las exigidas por la reactivada sociedad mexicana. Hasta ahora, la reforma política en cámara lenta --1988-2000-- tapó hoyos y destapó otros y no obedeció a la única salida que tiene el país: la construcción de un nuevo consenso nacional, luego de que se agotó el consenso de la Revolución Mexicana. Ahí se verá si el PRI viene por la restauración o la reforma nacional.
Por Carlos Ramirez.
Post. RLB. Punto Político.

agosto 06, 2012

F132LN brazo político de YoSoy132 + El dilema: democracia o revolución


Finalmente y luego de pasar por la novatada de la calle, el YoSoy132 propuso su proyecto político: no nada más la democratización de Televisa sino el cambio en el modelo económico, político y social.

Pero por la dimensión de sus propuestas de cambios, lo que falta por aclarar al 132 es el cómo. Y por el tamaño de las metas, no hay más que dos caminos: la conquista del gobierno y el poder legislativo o la imposición desde la movilización social. Por tanto, desde ahora el 132 tendrá que decidir su rumbo político: la democracia representativa o la revolución.
Lo que no ha aclarado el 132 es el carácter de su documento de propuestas de largo plazo: ¿es una propuesta política de gobierno de un grupo que va a ingresar a la lucha por el poder para desde ahí tomar las decisiones de su propuesta o será sólo un grupo de presión callejera que tratará de imponer algunas de sus demandas por la vía de toma de las calles?
De ahí que el 132 tiene que aclarar si es un movimiento de conciencia, un movimiento de clase, un movimiento social, una asociación política o el fermento de un partido político. Por ahora, el programa político del YoSoy132 se acerca más a una especie de Frente 132 de Liberación Nacional o F132LN, similar al pasohistórico que dio el EZLN al fracasar su insurrección armada y optó por entrarle a la lucha políticas a través del Frente Zapatista de Liberación Nacional.
Los seis puntos de propuesta del F132LN también deben aclarar su objetivocentral: ¿es un pliego petitorio de un grupo estudiantil que no milita en partidos y por tanto carece de forma de llevar a la práctica sus demandas o es en sí mismo elprograma político de una organización estudiantil babélica que pudiera transformarse en asociación política o partido político? Si el F132LN no aclara muy bien el carácter de su organización, entonces su documento de propuestas no será más que una ingenua carta a los Reyes Magos.
A los del 132 le llegó la hora de las decisiones: como grupo estudiantil de presión sólo han servido como un movimiento de masas a corto plazo a favor de López Obrador. Pero si de verdad quieren ir más allá y hacer permanente su lucha, entonces tienen una doble presión del tiempo porque la juventud es pasajera y como estudiantes están acotados por su paso por la universidad.
Por lo demás, las metas del F132LN buscan todo y nada.
El punto uno de la democratización y transformación de los medios de comunicación y difusión sólo tiene a Televisa en la mira, carece de un desglose de objetivos centrales, cae en el terreno pantanoso de la censura política y revive el modelo de los medios para favorecer a una idea política populista. Por lo demás, elF132LN ha ignorado --bueno, son estudiantes, no tienen que saber todo--, la existencia de una superpoderosa cadena de televisión que  puede ser adjudicada a la sociedad: la red de radio y televisión pública formada por estaciones de universidades y gobiernos estatales.
El punto dos es el que merece más atención: cambio en el modeloeducativo, científico y tecnológico. Y es fundamental porque los estudiantes son justamente producto de ese modelo. De ahí la importancia de que los estudiantes de universidades públicas y privadas puedan llevar a lo que propuso José Revueltas al calor del movimiento estudiantil del 68: la autogestión estudiantil y la conformación de universidades no sólo críticas sino funcionales a otro modelo de desarrollo. Los centros de educación superior hoy en día, incluyendo a la UNAM,preparan recursos humanos para el sistema capitalista vigente. Por tanto, elF132LN debe comenzar por rediseñar sus propios centros de estudio, incluyendo al ITAM, el Tec de Monterrey, la Ibero, la Anáhuac y otras universidades que funcionan como negocio.
El punto tres representa nada menos que la disputa por el rumbo de la nación que se viene dando, con altibajos, desde 1981: el cambio del modelo económico neoliberal. Sólo que al F132LN le falta decir por cuál otro modelo: ¿el populista, el comunista, el socialdemócrata, el capitalista-comunista chino? Y luego de decir por cuál otro modelo de desarrollo, tendrán que definir el cómo: ¿una revolución, llegar al gobierno por vía electoral, movilizaciones callejeras? Este punto es el más importante de las propuestas del 132 y el que más necesita deexplicaciones. Todos están contra el neoliberalismo pero nadie explica la alternativa y cómo  lograrla.
El punto cuatro pide el cambio en el modelo de seguridad nacional. Se trata de una propuesta confusa: la seguridad nacional es una doctrina que tiene que ver con la defensa de la soberanía nacional, es decir se trata de geopolítica, de geoestrategia y de relaciones internacionales de poder. Lo que el F132LN quiso decir fue un cambio en la estrategia de lucha contra el crimen organizado, en el contexto de la seguridad interior. Sin embargo, parece que ignoran que la principaldemanda de drogas ilícitas ocurre en estudiantes.
El punto cinco está en clave: transformación política y vinculación con movimientos sociales. También es todo y nada. Pero deja la sensación de que buscan el cambio de modelo de democracia de la representativa actual a la democracia directa vía movilizaciones de organizaciones sociales. Pasar del Congreso a las decisiones de mano alzada, al estilo… sí, de López Obrador en sus mítines dominicales. Y resolver todo en las calles, con movilizaciones.
Y el punto seis es parcial porque sólo exige el cumplimiento del derecho constitucional a la salud, cuando el problema no es de salud --efecto-- sino de lascausas del deterioro de la calidad de vida: el bienestar social, una política de desarrollo integral que involucre otros derechos: democracia, educación, vivienda, alimentación y empleo formal.
El 132 ya dijo qué quiere. Ahora debe decir cómo: la democracia representativa o por la revolución.
Por Carlos Ramirez.
Post. RLB. Punto Político.

Paranoico Complot de AMLO y del PRD


Andrés Manuel López Obrador, Organización SORIANA, conflicto post-electoral, elecciones 2012, izquierdas, Movimiento Ciudadano.
Por Paco Calderon

Puras pruebas fabricadas, con el unico objeto de minar el respaldo del EPN en la opinion publica, por que saben que su fraude esta unicamente en su imaginación.
Post.RLB. Punto Politico.

Soriana: el bumerang del PRD + Zambrano y tiradero de AMLO


Después de haber insultado, agredido físicamente, desprestigiado, burlado, mentido y acusado sin pruebas a la empresa Soriana, el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, se enojó por la repuesta de la tienda de autoservicio y amenazó con acusarla de “difamación y daño moral”.

El diferendo PRD-Soriana-PRD-AMLO-Soriana-PRD-AMLO forma parte del discurso de propaganda de Andrés Manuel López Obrador para mantener en medios vigente su protesta por el resultado electoral del primero de julio que lo colocó casi 7 puntos debajo de Enrique peña Nieto y con 3.4 millones de votos menos.

Los puntos delicados tienen que ver con la campaña de estridencia de López Obrador, el PRD y Zambrano contra Soriana que derivó como efecto directo en invasión de propiedad privada por perredistas, más de 180 agresiones contra la tienda y tres bombas molotov en un local en Monterrey. Y cuando la empresa respondió con un desplegado vinculando directamente las acusaciones agresivas de López Obrador, el PRD y Zambrano, la respuesta de éstos va desde el desdén del tabasqueño hasta las amenazas del dirigente perredista.
Y ahora viene la demanda legal del PRD contra Soriana, y la hará nada menos que julio Scherer Ibarra, miembro de comisiones del PRD y abogado de López Obrador, de quien circula y se ha publicado --como muchas veces lo ha hecho Proceso-- una conversación grababa clandestinamente donde pidefondos a un banquero para la campaña de López Obrador.
Lo malo es que las reacciones perredistas dan material para incluirlas como argumentos políticos en contra del PRD. Dijo, por ejemplo, Zambrano: “que gente en varias partes del país se les identifique como perredistas, eso no significa que lo sean”. Por tanto, lo lógico es que Zambrano, el PRD y López Obrador se deslinden de “esos” perredistas que toman plazas, cercan empresas, se meten a negocios y gritan contra el supuesto fraude electoral porque, siguiendo la lógica de Zambrano, no todos son lo que dicen ser y los analistas estaríamos acreditando el coima de violencia política a furibundos lopezobradoristas. En ese mismo sentido, a lo mejor hay colados hasta en los mítines del tabasqueño.
El consejo de serenarse se lo debió de haber dado López Obrador a Zambrano, quien parece un troglodita --en términos de la ciencia política de Montesquieu-- acusando a Soriana, en un acto difamatorio, de “alinearse al PRI”. Si Zambrano afirma que “ninguno de los personajes del Movimiento Progresista somos responsables de nada que no sea nuestra lucha dentro del marco legal en defensa de la democracia”, entonces qué espera el PRD para deslindarse de los macheteros de Atenco que amenazaron con estrangular el DF o con el YoSoy132 que afectó el funcionamiento de una empresa privada impidiendo el ingreso de empleados a su centro de trabajo.
En su lenguaje de la vieja izquierda revolucionaria y guerrillera, Zambrano ha sido difamatorio de los que no apoyan a López Obrador. En una declaración para deslindarse de los bombazos contra Soriana en monterrey, Zambrano dijo que se trataba de “un posible montaje provocador” supuestamente organizado por la misma empresa. Lo malo de este conflicto es que los particulares carecen de instrumentos legales para acusar a los políticos --y más a los perredistas-- de difamaciones porque supuestamente los perredistas son un dechado de pureza política. Obviamente que Zambrana carecía de pruebas para su declaración difamatoria que pudo haberle causado daño moral a una empresa privada.
Pero justo en las horas pico del conflicto Soriana-PRD, perredistas del municipio de San Vicente Chicoloapan, Estado de México, “encabezados por el ex candidato derrotado a la alcaldía Gerardo Cervantes” y retuvieron duramente tres horas dentro de una sucursal de Soriana a más de 300 personas, en un acto de protesta por el papel denunciado por López Obrador y Zambrano a favor del PRI.
El problema con Soriana forma parte de la pérdida de control de López Obrador, Zambrano y el PRD de las acciones de protesta contra el resultado electoral del pasado primero de julio. Se trata de una estrategia de tensión que históricamente ha utilizado la derecha --revelada por el escritor comunista Leonardo Sciascia en Los Navajeros--: seguir los pasos legales de denuncia, pero llevar a la estridencia social la identificación de complicidades a empresas privadas: hoy son Televisa, Soriana, como en el 2006 fueron Pepsi-Co, Banamex, Wal-Mart y otras. La intención es la de romper la alianza atacando con violencia verbal y física a empresas privadas como una forma de dejar sentado el mensaje de que la alianza de empresarios con el PRI llevará al PRD a agredir físicamente a esos aliados.
En todo caso, la agresión física y la escalada verbal de López Obrador, Zambrano y el PRD contra empresas privadas presuntamente aliadas o usadas por el PRI en las elecciones presidenciales tiene el doble propósito de reconocer que la batalla legal está perdida porque los acusadores carecen de pruebas legales y de intimidar a otras empresas para alejarse del PRI. Si se analiza a fondo, la diseñada contra Soriana se trata de una estrategia guerrillera de ataques laterales de desactivación de alianzas que Zambrano conoce muy bien porque viene de la liga Comunista 23 de septiembre, la que asesinó al empresario Eugenio Garza Sada en 1973.
Asimismo, el caso de Soriana como eje de las protestas de López Obrador, Zambrano y el PRD tiene como escenario colateral la derrota jurídica de la coalición lopezobradorista por una mala fundamentación de los razonamientos legales y la ausencia de pruebas reales, porque es paradójico que el tabasqueño acuse a los medios de haberle hecho un espacio mediático a Peña Nieto y les diga que perdieron credibilidad y luego los use como base probatoria de sus acusaciones contra Peña Nieto.
Ante la inminencia del dictamen legal de validez de las elecciones, López Obrador, Zambrano y el PRD están urgidos de un ambiente mediático que escale la animosidad de los ciudadanos. Así, Soriana es parte de la estrategia para ganar en la calle y en el odio lo que no se podrá ganar en tribunales electorales, aunque vaya a ser un bumerang del PRD contra el PRD.
Por Carlos Ramírez
Post.RLB. Punto Político

agosto 03, 2012

Se nos dijo.


“Se dijeron muchas cosas antes de las elecciones. Pocas resultaron ciertas.”


Se nos dijo que la financiación de los partidos políticos debía ser pública para evitar la intromisión del crimen organizado. Pero aunque los contribuyentes pagamos el costo de los partidos, el crimen organizado parece tener cada vez mayor presencia en ellos.
Se afirmó que si se prohibía a los partidos y a los ciudadanos contratar tiempos de radio y televisión se eliminaría la influencia política de las televisoras, pero esta influencia ha aumentado en lugar de disminuir.
Se señaló que si el IFE monopolizaba la contratación de anuncios políticos en radio y televisión se reduciría la “espotización” de las campañas. Pero de 750 mil spots de campaña en 2006 pasamos a 44 millones en 2012.
Se dijo que si se despojaba a las televisoras y radiodifusoras de tiempo para los spots de los partidos se reduciría el costo de las elecciones. Pero en este 2012 tuvimos las elecciones más caras de la historia, tanto por costos oficiales como por los extraoficiales.
Se afirmó que una ley que castigara las expresiones “denigrantes” hacia candidatos o partidos evitaría las guerras sucias, pero éstas alcanzaron más fuerza que nunca en 2012, particularmente en las redes sociales.
Se dijo que si se destituía a los consejeros electorales del 2006, y especialmente al consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, tendríamos comicios más justos y sin cuestionamientos. Se escogió a nuevos integrantes del IFE, con un ex miembro del Partido Mexicano de los Trabajadores como presidente, pero una vez más la izquierda cuestionó la honestidad de los consejeros electorales.
Se aseveró que si se establecía un límite de 336 millones de pesos al gasto de cada uno de los candidatos a la Presidencia, éstos sólo gastarían esa cantidad. Al parecer todos, o casi todos, gastaron más.
Se nos dijo que si se fijaban reglas estrictas y auditorías para el gasto de los partidos políticos se evitarían las impugnaciones. Ahora se dice que las reglas y las auditorías son parte del complot.
Se afirmó que si los candidatos firmaban el pacto de civilidad se evitarían los conflictos postelectorales, pero Andrés Manuel López Obrador, que lo firmó, cuestionó la legitimidad de la elección.
Se dijo que el recuento voto por voto en las casillas evitaría un fraude como el que supuestamente tuvo lugar en el 2006; pero tras el recuento de 68 mil de los 143 paquetes electorales, en que no se encontraron irregularidades, se hizo una nueva acusación de fraude.
Se afirmó que si se daba el resultado del conteo rápido del IFE en la noche de la elección se evitarían las suspicacias del 2006, pero el anuncio del resultado la noche del 1o de julio sólo llevó a que se cuestionara la limpieza de los comicios.
Se dijo que si la diferencia entre el primer y el segundo lugar era amplia, en lugar de ser tan cerrada como en el 2006, no habría un conflicto postelectoral. Pero un margen de victoria de 3.3 millones de votos, o 6.5 por ciento, no impidió que se cuestionara la legitimidad de la elección.
En fin. Se dijeron muchas cosas antes de las elecciones. Pocas resultaron ciertas.
Por Sergio Sarmiento
Post. RLB. Punto Político


AMLO como Fox: ¿y yo por qué? + No política sino fundamentalismo


Si el lenguaje condenatorio de López Obrador ha soltado a los demonios de la violencia política aunque él siga el camino de Vicente Fox diciendo “¿y yo por qué?”, el fondo de la agresión contra Soriana y Televisa es más complejo y se localiza ya en los linderos del fundamentalismo como comportamiento político. 
PRD atacando a las instalaciones de Soriana
Con sus discursos incendiarios, el candidato presidencial perredista derrotado ha estimulado los resortes de fanatismo entre sus seguidores: ya no hay forma de entablar debates o razonamientos, aún los más conservadores o formalistas, porque todo es un acto de fe y todo se localiza en el modelo binario del maniqueísmo.

Si la democracia es un mecanismo procedimental para garantizar legalmente el acceso al poder por el voto y también una forma de gobierno basada en el ejercicio del poder con objetivos de estabilidad social, López Obrador ha convertido la democracia en un hecho religioso, es decir, en una creencia basada en designios divinos. Por eso ha preferido la condena pública que azuza las pasiones que el razonamiento jurídico que debe pasar por los tamices de las leyes que los humanos se han dado a sí mismos para regular la convivencia.
El discurso anti fraude de López Obrador se basa en la tensión dinámica del bueno y el malo, en el contexto de la sociedad suma cero: lo que gana uno lo pierde otro y viceversa, aunque al final todos pierden. La democracia es el juego de suma positiva en la que todos ganan, unos más que otros. La suma cero es el discurso de los anatemas, de la religión furiosa. López Obrador fijó en el conciente colectivo a Soriana como una de las empresas, según él, responsables de su derrota, por lo que era lógico que aparecieran agresiones contra esa tienda.
Y en el DF, ante la pasividad del gobierno perredista del DF --todavía a cargo del “secretario de Gobernación del gabinete de López Obrador”, Marcelo Ebrard--, seguidores fanatizados del tabasqueño se metieron a algunas tiendas a realizar acciones de sabotaje y de agresión, de la misma manera que el ala lopezobradorista del YoSoy132 efectuó un ataque de agresión física contra Televisa y contra varios de sus empleados.
Hace tiempo que López Obrador dejó de ser un político y se convirtió en un líder de pasiones humanas, en un Profeta. Las pistas del papel terrenal del tabasqueño se localizan en su texto “Fundamentos para una república amorosa”, publicado en La Jornada el 6 de diciembre del 2011. Más que lo amoroso, la palabra clave de ese documento está en el concepto de “fundamentos”.
El pensamiento político de López Obrador es fundamentalista, es decir, plantea sus propuestas como la base, el origen o el fundamento de una nueva etapa. Los resortes del fundamentalismo, como señalan los italianos Enzo Pace y Renzo Guolo en Los fundamentalismos, están basados en el fanatismo religioso. El líder fundamentalista “se esforzará por crear acciones de protesta y formas de lucha política que siempre dejen entrever las referencias simbólicas religiosas”.
Asimismo, explota el llamado síndrome del enemigo, sea éste el adversario partidista, el gobernante o el sistema político que combate: el pluralismo democrático que somete a elección abierta a los dirigentes, el Estado dominante. “Los movimientos fundamentalistas a menudo interpretan un deseo social emergente” y lo explotan y proyectan para la cohesión y la movilización. Asimismo, no razonan reglas de convivencia sino que quieren imponer sus propias razones como las fundamentales.
De igual manera, los movimientos fundamentalistas son antidemocráticos porque no pasan por la prueba de los votos de la mayoría, creen como acto de fe que siempre ganan y reaccionan con violencia cuando reciben pruebas de su condición minoritaria. Y cuando ello ocurre, su pasión los lleva a desconocer las reglas del juego de la legalidad democrática que se comprometieron a respetar, pero, eso sí, con el argumento de que les robaron las elecciones. El motor de sus argumentos siempre es el de la degeneración de la sociedad, por lo que López Obrador habla de regeneración y relaciones determinadas por “la honestidad, la justicia y el amor” y no la lucha de clases. Y cuando hay violencia afirma que los líderes no son responsables sino que la sociedad está harta.
Mientras la política se rige por las preferencias, los movimientos fundamentalistas religiosos o políticos pero basados en el maniqueísmo se mueven por pasiones de la fe. Por eso dice López Obrador en su texto “Fundamentos…”: “cuando hablamos de una república amorosa, con dimensión social y grandeza espiritual, estamos proponiendo regenerar la vida pública mediante una nueva forma de hacer política, aplicando en prudente armonía tres ideas rectoras: la honestidad, la justicia y el amor”.
Al fundamentar sus fundamentos, el tabasqueño acude a la lectura superficial de los federalistas estadounidenses, pero sin entender que ahí se trató de una parte de la doctrina religiosa de los protestantes capitalistas y que el problema no era la meta de “fomentar la felicidad” sino que formaba parte de la doctrina del “destino manifiesto” que explotó en un expansionismo capitalista destruyendo a los indios y apropiándose, entre otras, de la mitad del territorio mexicano; amorosos y todo, fueron imperialistas. También López Obrador citó el postulado de la felicidad en la Constitución de Apatzingán de 1814, pero es la misma que impuso como obligatoria la religión católica para el Estado.
Finalmente, el fundamentalismo de López Obrador es anticientífico y justificador de la explotación porque dice que “la inmoralidad es la causa principal de la desigualdad”, cuando la desigualdad es producto de la lucha de clases por la apropiación de la riqueza. Ahí justifica el líder de la autodenominada izquierda que los burgueses son inmorales y pecadores y no explotadores.
Por Carlos Ramírez
Post. RLB. Punto Político

agosto 01, 2012

Soriana: los demonios, sueltos + AMLO y lenguaje, provocador

Como era de esperarse, las denuncias condenatorias de Andrés Manuel López Obrador en contra de Soriana derivaron en ataques con bombas incendiarias el lunes contra una tienda en Monterrey. La relación de ambos hechos es directa porque no existían amenazas en contra de ese establecimiento de autoservicio.

No se trata del primer incidente. A los dos días de las elecciones, seguidores de López Obrador se metieron a hacer mítines de protesta en tiendas Soriana del DF. Para azuzar el encono, el candidato presidencial perredista derrotado exhibió miles de tarjetas Soriana presuntamente vinculadas al PRI.
Lo grave del asunto es que López Obrador no hizo realmente una denunciacontra la empresa de autoservicio sino que emitió condenas. Si se revisan los mecanismos de utilización, el PRI uso el servicio y la empresa realizó un negocio. En toda la diatriba del perredista contra Soriana no hubo ninguna prueba que involucrara a Soriana como parte de la estructura electoral del PRI.
Los ataques violentos contra Soriana deben localizarse en el escenario de las protestas de López Obrador. Y en ese contexto se debe ubicar también la forma en que el candidato perredista metió a la empresa Televisa en el aparato político de Enrique Peña Nieto y con ello también azuzó a sus seguidores a emprender ataques contra la televisora.
El cerco del movimiento lopezobradorista YoSoy132 a Televisa no fue político sino de violencia insurreccional porque impidió el funcionamiento normal de la empresa en la fecha de inicio de actividades de la Olimpiada en Londres. Los estudiantes afectaron a los empleados de una empresa privada que no pudieron ingresar a su centro de trabajo, lo que puede considerarse una acción violenta. El discurso político de López Obrador ha soltado los demonios de la protesta nada cívica y sí de agresión física. El tabasqueño acusa a Televisa de haber fabricado la imagen mediática de Peña Nieto pero carece de pruebas que involucren esas acciones con el proceso electoral porque las denuncias de presuntos convenios datan de 2005.
En el fondo, López Obrador se ha encargado de fabricar un clima de violencia poselectoral; y si bien los climas no rompen el orden social, sí facilitan que algunas organizaciones lo hagan. La violencia del 132 contra Televisa y los responsables de arrojar bombas incendiarias a Soriana forman parte del mismoclima político de descomposición social que se ha encargado de crear López Obrador. Los perredistas pueden deslindarse de la violencia de ambas acciones, pero al final de cuentas el escenario es de ellos.
No es la primera vez que López Obrador o sus seguidores cometen este tipo de tropelías políticas. En el 2006, el clima de encono azuzado por López Obrador llevó a sus seguidores, el martes 18 de julio, a golpear la camioneta donde iba Felipe Calderón luego de reunirse con sindicalistas. El miércoles 19 de  julio, Elena Poniatowska y Jesusa Rodríguez organizaron la toma del edificio central de Banamex por una denuncia de López Obrador e impidieron en funcionamiento cotidiano. El viernes 21 de julio seguidores de López Obrador bloquearon la entrada de la empresa Pepsi-Co por denuncias del tabasqueño de que esa empresa había apoyado al PAN. El lunes 25 de julio, Elena Poniatowska, Jesusa Rodríguez y Regina Orozco se metieron a un centro comercial de Santa Fe a gritar consignas de recuento de votos.
En el 2006, López Obrador denunció a las empresas Banamex, Wal-Mart y Sabritas de haber apoyado al PAN y a Calderón y sus seguidores invadieron tiendas para gritar insultos a los duelos: el miércoles 26 de julio Jesusa Rodríguez y Regina Orozco hicieron un mitin dentro de Plaza Universidad para agredir a gritos al empresario jerónimo Arango. El martes 8 de agosto seguidores de López Obrador tomaron por la fuerza las cinco casetas de cuota y dejaron pasar libremente a los autos. El viernes 8 de septiembre miembros de la coalición de AMLO rompieronpor la fuerza la valla de seguridad en Michoacán donde se encontraba Calderón. El 14 de noviembre Jesusa Rodríguez encabezó una protesta contra Wal-Mart en sus oficinas centrales.
El problema de la violencia política es el doble juego de lenguaje de López Obrador. En el 2006 en sus mítines en el zócalo agredió verbalmente a los medios que, según él, habían apoyado a Calderón y el PAN. Lo mismo ha ocurrido este 2012: periodistas que critican a López Obrador son agredidos por sus seguidores.
En la respuesta política de López Obrador no hay variantes. En el 2006 manejó la bandera del presidente interino, al grado de que enfiló al ex rector Juan Ramón de la Fuente como el candidato lopezobradorista al interinato, aunque llevaba ya la marca de la casa porque el candidato perredista lo había anunciado públicamente como el secretario de Gobernación de “su” gabinete presidencial. El abogado Elisur Arteaga, hoy firmante de desplegados a favor del tabasqueño, dijo que  procedía la anulación electoral y el interinato.
En el 2006 López Obrador ordenó al PRD, al PT y a Convergencia movilizar a sus legisladores para impedir la toma de posesión de Calderón el primero de diciembre; la orden fue cumplida y cadenas puestas por perredistas cerraron los accesos al salón de plenos, pero Calderón ingresó por la puerta trasera; sin jura presidencial habría interino. La perredista Ruth Zavaleta reveló que perredistas habían ingresado a la Cámara bombas molotov. Y el sábado 10 de septiembre, en un juego de futbol americano en el Politécnico, seguidores de López Obrador pusieron una manta que decía: “no a la imposición”.
Nada de lo que hoy ocurre --violencia contra empresas, interinato y lenguaje-- es diferente al 2006. Antes y hoy López Obrador jura que su movimiento es pacífico, pero la violencia es de sus seguidores y en su nombre. Como en el 2006, hoy López Obrador soltó a los demonios de la violencia. Pero ni así.
Por Carlos Ramirez.
Post. RLB. Punto Politico.

El lastre pejista-perredista y su simpatía con los totalitarios


El Lastre se quiere imponer a la mala en el 2012, pero gracias a la fortaleza institucional que ha alcanzado México en materia electoral, no lo logrará. Pero, ¿qué harán entonces López y sus secuaces (incluyendo a los farsantes del 132)?
Lo vengo diciendo desde hace un sexenio, la izquierda mexicana, en particular la que encabeza López Obrador, es totalmente afín a los regímenes totalitarios. Y para muestra un botón. La semana pasada la Secretaria General del PRD declaró que la lucha de Hugo Chávez es la de la izquierda mexicana. No miento, he aquí sus declaraciones que son públicas:
“Saludamos al pueblo venezolano y a su candidato el presidente Hugo Chávez Frías, lo saludamos con la mano en el corazón, los abrazamos fraternalmente y juntos hombro con hombro, los acompañamos en su lucha que es nuestra lucha, con Chávez, con Dilma, con Correa, con Fidel, con Evo, con Mujica.
“La derecha internacional lanza ofensivas contra los líderes de izquierda latinoamericanos. Se han ensañado contra Fidel, contra Chávez y contra Andrés Manuel López Obrador; quieren obligarnos a deslindarnos de ellos y eso sólo beneficiaría a esa derecha oscura que mueve los hilos desde Washington”.
¿Más dudas? Espero que los bobalicones que apoyan a López se den cuenta del serio peligro para las libertades en México de que llegue al poder una izquierda rancia y totalitaria. Esa es la izquierda que representa López Obrador. Esa izquierda que quisiera llevar a los mexicanos por el camino infernal socialista al estilo de Cuba y Corea del Norte. ¿De verdad estos señores no saben nada de la pobreza de las naciones socialistas como Cuba?, ¿de la pérdida de las libertades más esenciales de los seres humanos en los regímenes comunistas?, ¿de la creciente pobreza, escasez, inflación y mercados negros que hay en Venezuela y Bolivia?, ¿de cómo Rafael Correa censura a la prensa libre en Ecuador?, ¿de cómo Evo Morales es cada vez más repudiado por los mismos indígenas que lo llevaron al poder?, ¿del creciente estatismo y proteccionismo comercial en Brasil y Argentina?, ¿de verdad no lo saben?
Claro que lo saben, pero puede más el adoctrinamiento comunista, el socialismo trasnochado, el dogma del “imperialismo yanqui” contra Latinoamérica, que el poder de la razón, del argumento, de los datos duros, de la lógica y el sentido común.
Ojo, si esa izquierda se hace del poder presidencial, ya se jodieron los mexicanos. Ahí está López exigiendo ilegalmente que haya una presidencia interina (y por fortuna el tribunal electoral federal no le hará favor a esta canallada), para claro luego hacerse del poder a la mala (imponer a un títere interino en la presidencia para luego López tomar el poder).
¿Cuáles son sus pruebas del “fraude” que señala el mesías tropical? Recortes de periódicos amarillistas y pejistas, reportajes de medios pejistas como Proceso y la Jornada, testimonios “raros” de alguno que otro ciudadano “comprado” (lo que insisto no es ilegal), tarjetitas de Monex en Tabasco (hay que recordarle al peje que en ese estado ganó el PRD), etc.
Hay quien ingenuamente afirma que López en la presidencia no sería un desastre, pues está el contrapeso del Congreso. Otra vez bobalicones. Que vean qué ha hecho la izquierda populista y totalitaria en Latinoamérica luego de hacerse de la presidencia, esa izquierda estalinista que apoya la señora Padierna, esa con la que discretamente López y compañía simpatizan, aunque lo nieguen. La izquierda mexicana sólo sigue las instrucciones del Foro de Sao Paulo (del que el PRD forma parte), un foro creado por la izquierda más totalitaria para destruir a las incipientes democracias latinoamericanas e imponer el socialismo totalitario. Si el lector quiere saber más sobre el Foro de Sao Paulo puede revisar este enlace
Por cierto en el más reciente foro, se dio la orden para impedir a toda costa que Peña Nieto tome el poder. La consigna del foro es:
Una vez que la izquierda controla la presidencia (y con el control pleno del ejército), llaman a una “consulta popular” para preguntarle al “pueblo” si el Congreso debe funcionar como está (igual que Hitler, para la dictadura totalitaria hay que “cerrar” el Congreso, hay que acabar con los contrapesos del poder) y si hay que cambiarlo. Con votaciones manipuladas e ilegales (un poder no puede atentar contra otro) logran mayorías en el Congreso y con ello nuevas legislaciones que terminan por minar al poder judicial y de ahí el infierno totalitario que destruye a toda democracia, estatismo a ultranza, rompimiento de la autonomía del banco central, políticas monetarias y fiscales irresponsables, y lo peor, atentados contra las libertades más esenciales como son la de poseer, usufructuar y transferir toda propiedad privada, lo que incluye la de los medios de producción.
Ni en 2006 y menos en el 2012 López ha sido capaz de probar que le “robaron” la elección; para mí López no es sólo un lastre, lo es el PRD en general (PT y demás partidos comunistas que les acompañan), son los lastres más peligrosos para México, los lastres que simpatizan con los regímenes totalitarios.
Ese lastre se quiere imponer a la mala en el 2012, pero gracias a la fortaleza institucional que ha alcanzado México en materia electoral, no lo lograrán. ¿Qué seguiría? López y sus secuaces (incluyendo a los farsantes del 132) tomarán violentamente las calles (lo de menos es Televisa) y nos harán rehenes a los capitalinos. López y sus secuaces lanzarán toda clase de improperios contra las instituciones electorales y los magistrados (y hasta ataques físicos, como ya ocurrió en el IFE). Sólo espero que la autoridad no los deje impunes.
Con Marcelo no me queda la menor duda, siempre ha sido un lacayo de López, y los seguidores de López harían y desharían lo que sea en las calles. A ver si Mancera está a la altura y tiene los tamaños para poner en orden al lastre izquierdista. Ya veremos.
Por lo pronto la izquierda mexicana ya tiene la consigna del Foro de Sao Paulo, reventar el proceso electoral del mes de julio.

Por Godofredo Rivera
Post RLB.Punto Politico.