mayo 16, 2010

Regresa terrorismo con Obama + Y se tambalea Janet Napolitano

Después del intento de hacer estallar un avión en Detroit, ahora los Estados Unidos se estremecieron con un auto explosivo en pleno Times Square de Nueva York.

Los dos intentos de agresión fracasaron, pero dejaron un mensaje muy claro: el terrorismo árabe volvió a meterse en los Estados Unidos para mezclarse con la resistencia social interna al gobierno de Obama.
El tema es el más serio que consideran algunos analistas estadunidenses. Y la atención se ha centrado en la ineficacia de la Secretaría de Seguridad Interior, cuya titular Janet Napolitano, ex gobernadora demócrata de Arizona, ha sido desbordada por varias expresiones de inseguridad territorial. Agobiada por la violencia del narco, la violencia del terrorismo y la violencia de la pobreza transformada en inseguridad, la señora Napolitano es presionada para su relevo.

La situación interna en los EU atraviesa por su peor fase. Los análisis sobre la rebelión migratoria en Arizona no se contentan con los argumentos nacionalistas o de tolerancia, sino que advierten la conformación de una poderosa red de resistencia social de opositores ideológicos a Obama, pero no por ello menos peligrosos. Hace varias semanas hubo un incidente que dejó indicios de desintegración nacional: una manifestación de gente armada en Virginia, demasiado cerca de Washington, protestando contra lo que llamaron la tiranía del gobierno de Obama.

La ola de agresiones contra los migrantes expondría algunas de las debilidades del gobierno de Obama: la imposibilidad práctica para sacar en el corto plazo o en su primer cuatrienio una reforma migratoria, porque necesitaría del apoyo de los reacios republicanos, aunque de nueva cuenta Obama se comprometió a avanzar; la conformación de un bloque conservador que estaría en posibilidades de frenar cualquier otra reforma de Obama que pusiera en el tapete de las discusiones mayores atribuciones para el gobierno y para el Estado; y el discurso político de los republicanos de que Obama estaría en condiciones de decretar una suspensión de garantías.

El problema se localiza en la Secretaría de Seguridad Interior, a cuya titular Janet Napolitano la acusan de investigar más a grupos locales disidentes que nada tienen que ver con el terrorismo, mientras el grupo Al Qaeda sigue fortaleciéndose localmente. Varios medios han denunciado que Napolitano autorizó espionaje contra grupos opositores a la reforma de salud y a grupos de veteranos descontentos, que a desarrollar políticas contra el terrorismo.

Inclusive, acusan a Napolitano de ser más dura contra los que portan las banderas amarillas de Gadsden, cuyo mensaje confuso tiene que ver con la historia basada en la serpiente de cascabel: no ataca sino cuando la molestan. Cada día aumentan las exhibiciones de autos y casas con esa bandera amarilla, con el temor de que se conforme un grupo de resistencia dispuesto a pasar a la acción.
En el tema del narcotráfico los saldos de la señora Napolitano son negativos: la frontera de los EU con México está cada vez más vulnerada por las organizaciones que contrabandean personas, droga, dinero y armas. Sin poder contener la penetración del terrorismo, las evaluaciones de inteligencia del Departamento de Justicia de los EU revelan que todos los estados de la Unión Americana tienen en su interior pandillas que controlan el mercado de droga y que responden ya a los cárteles mexicanos de la droga.

Hasta ahora, las autoridades estadunidenses no tienen una explicación respecto a la reactivación de la actividad de organizaciones radicales árabes dentro de los EU. El intento de atentado hace unos días con un coche bomba estacionado en pleno Times Square volvió locas las alarmas de violencia en el gobierno de Obama. El auto fue descubierto a tiempo y la indagación finalmente llegó a organizaciones árabes terroristas de Al Qaeda.
Para algunos analistas, la reactivación de las expresiones terroristas está vinculada con el relajamiento de las políticas de seguridad interior y sobre todo con la disminución de detenidos en la prisión de Guantánamo. Los presos que han sido liberados por procesos viciados muy pronto fueron detectados de regreso a organizaciones terroristas árabes.

De ahí que la seguridad interior de los EU se encuentre atrapada entre dos fuegos: la conformación de una resistencia activa y armada en el interior --vía los republicanos radicales que se oponen a las reformas de Obama, los grupos radicales antiinmigrantes, los defensores de la portación de armas, los Tea Party y los pobres que no reciben ayuda oficial-- y la reactivación del terrorismo dentro del territorio estadunidense. George W. Bush había convertido Irak y Afganistán en un desafío al terrorismo en su territorio para alejarlo de los EU, pero el repliegue de Obama de esos países ha tenido el efecto inmediato de reactivar la penetración del terrorismo en los Estados Unidos.
El problema de fondo es que el gobierno de Obama está preocupado por el terrorismo pero no lo asocia con un debilitamiento de la política militar de los EU en el oriente árabe. Pero ya van dos mensajes de Al Qaeda con la clara intención de asesinar estadunidenses dentro de los Estados Unidos. Y en cualquier momento pueden ocurrir otros más.
Por Carlos Ramirez
Post RLB.Punto Politico.

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