octubre 23, 2009
octubre 21, 2009
La Esfinge Sagrada y El Primer Mandamiento
UNO: Rechaza Cárdenas inversión de IP en industria eléctrica
"El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano rechazó la propuesta del grupo académico México Evalúa para que el sector privado invierta en la industria eléctrica.
"No hay ninguna necesidad de pasar por encima de la ley, el Estado tienen los recursos suficientes para mejorar las redes eléctricas y para mejorar el servicio en todo caso", dijo.
Cárdenas Solórzano estuvo en el monumento a la Revolución para depositar un ramo de flores en la tumba de su padre, el general Lázaro Cárdenas, en un aniversario más de su muerte."
El premio Nobel de Economía 2000, James J. Heckman, advirtió que la economía mexicana es lenta, altamente regulada, con alta dependencia del petróleo y enorme impacto negativo de los monopolios que le hacen perder su filo competitivo.
Ante representantes de organismos internacionales y gobernadores de bancos centrales, sostuvo que los monopolios en México han elevado costos y retrasado el crecimiento, pero en la larga historia de México ha permeado temor para incentivar a los mercados.
Fin de las notas.
El primer mandamiento: No competirás
La anécdota la habría contado el director general de "Marcatel", Gustavo de la Garza, la reproduce la columna "Capitanes" del periódico "Reforma" -requiere suscripción- y dice así:
En diciembre de 1995 el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Carlos Ruiz Sacristán, le preguntó al dueño de Telmex, Carlos Slim, si su empresa estaba preparada, ya, finalmente, para competir. La respuesta fue contundente:
- Sí, ya me reforcé en el área jurídica.
En México no hay competencia (o hay competencia simulada) en:
- Petróleo
- Combustibles: gasolina y diesel
- Energía eléctrica
- Telefonía local y telecomunicaciones en general
- Televisión
- Autotransporte de carga
- ...y muchas actividades más.
¿Cuántas leyes, reglamentos, organismos públicos, comisiones, mitos ideológicos y arreglos tenemos para promover la no-competencia, la incompetencia?
¿Cuántas rentas han extraído negociantes, líderes sindicales, políticos, funcionarios públicos de la incompetencia?
Escribe hoy Federico Reyes Heroles, respecto del asunto de Luz y Fuerza del Centro y del rechazo de cierta izquierda cerril a la extinción de la empresa:
"Otra cortina de humo es lanzar a los "neoliberales" en contra de la empresa pública. Por lo visto no han leído el Artículo 27 constitucional, nadie está hablando (por desgracia) de abrir el sector."
Todo se resume en ese tímido paréntesis: "(por desgracia)". Sí, Federico, nadie -casi nadie, para ser justos- habla de "abrir" el sector... Ni lo mande Dios, ni lo permitan las esfinges sagradas.
Por Ricardo Medina.
La empresa que le quitaron al señor Esparza
¿De quién era Luz y Fuerza del Centro hasta que fue liquidada por un decreto presidencial?
De un grupo de negociantes, agrupados en un holding que se llama SME, o Sindicato Mexicano de Electricistas.
Dicho holding, o grupo de control accionario, o consorcio de propietarios, es presidida por el señor Martín Esparza, quien la noche de ayer reclamó airado al gobierno expropiador: “Nos tienen que devolver la empresa”.
Cito textual el párrafo de la nota del periódico “Reforma” donde se recogen las exigencias del presidente del holding o controladora SME, el señor Esparza:
Esparza exigió que el Gobierno le regrese la compañía liquidada al sindicato. "Nos tienen que regresar la empresa, nos tienen que regresar nuestro trabajo y sobre todo la dignidad del sindicato electricista", espetó.
Queda claro que, para el señor Esparza, Luz y Fuerza del Centro nunca fue una empresa pública, sino un negocio privado del holding SME y que lo que hizo el Presidente de la República al decretar la extinción de Luz y Fuerza del Centro fue extinguir un negocio privado, quebrado pero negocio privado al fin y al cabo.
Si así fuese, tienen razón el señor Esparza y sus amigos en estar enojados: Han sido despojados de su propiedad por un gobierno arbitrario que imita al de Hugo Chávez en sus ataques a los negocios privados.
Pero me surgen varias perplejidades: ¿Será que el Presidente Calderón también quiere construir aquí en México “el socialismo del siglo XXI” a golpe de expropiaciones de empresas privadas?, ¿por qué los organismos empresariales de México no se han solidarizado con este empresario en desgracia y con sus socios capitalistas?, y aún más extraño: ¿por qué la “izquierda dura” e intransigente de México defiende a este capitalista y a los otros dueños de la holding SME?
Y esta otra: ¿Será que el holding SME exprimió hasta el último centavo de la filial Luz y Fuerza del Centro y eso explica que esa empresa haya estado quebrada desde hace años, mientras que los directivos y dueños de SME, el holding, nadaban en la abundancia?
Y esto de nadar en la abundancia me lo dijo hace unos días un profesionista que fue contratista en la más reciente construcción del holding SME, su edificio corporativo en la ciudad de México. Me dijo: “El (holding) SME es de esos clientes que todo constructor anhela tener: Jamás pusieron restricciones a los gastos para sus lujosas instalaciones, pagaban semanalmente en efectivo millones de pesos y sin engorrosos trámites de recibos o facturas. Una chulada de clientes”.
Anécdotas comprobables aparte (tan indignantes que parecen sarcasmos), la extinción de Luz y Fuerza del Centro ha hecho que este grupo de negociantes –los dueños de la holding SME– se quiten la máscara de “trabajadores” y se presenten como lo que siempre han sido: Capitalistas tan salvajes que se apropiaron a la fuerza –como si estuviesen en la conquista de territorios sin dueño– de una compañía eléctrica y que ahora se dicen despojados de su propiedad.
El pequeño problema, señor Esparza, es que el holding SME que usted preside nunca fue la dueña legal de Luz y Fuerza del Centro, sino que lo era el Estado mexicano. El holding SME era, sí, como lo hemos podido comprobar millones de usuarios, el dueño de hecho, pero nunca lo fue de derecho.
El pequeño problema, señor Esparza, es que usted es un negociante mentiroso y ladrón que nos quiere ver la cara de idiotas con declaraciones como la siguiente: “El trabajo del (el holding) SME en la zona centro genera el 35 por ciento del Producto Interno Bruto”.
¿De veras es usted, señor Esparza, tan bruto como para creer eso?, si usted y su holding SME son tan productivos (¡generan el 35 por ciento del PIB de todo México!), busquen entornos más amables con los negocios y hagan fortuna en otros países: Globalicen su productividad. Desparrámenla por todo el mundo. ¿Para qué pelean por una filial “rabona” del holding cuando salta a la vista que esa filial rabona no les pertenecía y estaba quebrada desde hace años?
La izquierda ¿defiende derroches y corrupción?
Bajo la excusa de “conquistas laborales” ese sindicato, que se presenta como de izquierda, ha sangrado gravemente las finanzas del sector público. Quienes se oponen a su liquidación dejan en evidencia sus verdaderos intereses que disfrazan con las banderas del nacionalismo y del “no a la privatización”.
Las llamadas “conquistas laborales” de ese sindicato son un escudo para ocultar excesos y privilegios. La incongruencia de los legisladores y partidos de izquierda, que dicen luchar por la economía popular, queda manifiesta cuando por un lado hablan de gastos públicos innecesarios y de bajarle el sueldo a los funcionarios y, por otro, son abiertos defensores de un sindicato, herencia del fascismo del siglo pasado, que es un ejemplo de abusos, corrupción, altos sueldos, pensiones prematuras y dispendio.
El respaldo por grupos de izquierda a uno de los sindicatos más costosos para los ciudadanos, muestra el tipo de gobierno que tendríamos si esas “tribus” llegaran al poder.
La mayoría de los ciudadanos no son tarados, por lo que quienes apoyen al sindicato de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, responsable de millonarias pérdidas e ineficiencias, serán calificados como defensores de un añejo corporativismo, corresponsable del atraso de México y de los desequilibrios en las finanzas públicas, que obligaron al gobierno a pedir un incremento de impuestos al Congreso.
octubre 18, 2009
SME: músculo sin inteligencia + La Tremenda Corte, politizada
Más allá del corto plazo agitado, el escenario de fondo señala efectivamente una severa crisis de gobernabilidad, es decir, el momento en que las exigencias de la sociedad son mucho mayores que las ofertas de los gobiernos. Y toda crisis de gobernabilidad se mueve en tres opciones: la anarquía, el retroceso o la transición.
Lo malo, sin embargo, es que gana siempre la opción que se impone por la fuerza de la violencia, a menos que haya una propuesta inmediata de transición a la democracia.
La salida no será fácil. En Oaxaca no se dio una protesta social pacífica sino una verdadera insurrección revolucionaria anarquista con vinculaciones guerrilleras y en el caso del SME se perfila una confrontación para someter al Estado a los dictados de un grupo sindical. Y la capacidad de respuesta de los gobiernos estatal y federal se redujo a los precarios instrumentos políticos del viejo régimen político.
La violencia política es, ni modo, inevitable. Lo señala con claridad el politólogo Samuel Huntington al analizar la protesta política en su libro El orden político en las sociedades en cambio:
“(La causa de la violencia política es) el resultado del rápido cambio social y de la veloz movilización política de nuevos grupos, junto con el lento desarrollo de las instituciones políticas”. “El cambio económico y social amplía la conciencia política, multiplican sus demandas, ensanchan su participación. Estos cambios socavan los fundamentos tradicionales de la autoridad y las instituciones políticas y complican tremendamente los problemas de creación de nuevas bases de asociación e instituciones que unan la legitimidad a la eficacia”.
El SME mostró ayer su músculo, pero inflado por el uso de anabólicos neopopulistas. El problema con los sindicatos es su vocación por la derrota, su lenguaje rupturista y su proclividad al maximalismo del todo o nada. La historia del sindicalismo está marcada por el fracaso, aunque se mantengan en alto las banderas simbólicas de lucha. En 1959 y en 1962 el escritor José Revueltas, una de las conciencias marxistas más lúcidas del siglo pasado, señaló que los trabajadores seguirán perdiendo batallas mientras carecieran de un verdadero partido obrero.
En el caso Oaxaca la Tremenda Corte de Justicia decidió conforme a la política y no al derecho. En Oaxaca no hubo un caso típico de abuso de fuerza pública, sino de una insurrección radical violenta contra la sociedad y contra las instituciones, producto de una lucha por el poder entre las familias priístas. Y como para demostrar la irracionalidad de la conclusión de la Tremenda Corte, el martes mismo un grupo de la APPO chocó violentamente contra la policía a las puertas del edificio judicial. Ahí se vio el estilo político de la APPO: por la fuerza y sin las razones.
El gobierno de Calderón quiere manejar los conflictos del país con el instrumental del viejo régimen priísta, incluyendo a la Tremenda Corte empanizada. Por eso la capacidad de gobernabilidad no se va a dar cediendo a las presiones del músculo anabólico del SME ni al anarquismo de la APPO ni menos aún a las locuras fundamentalistas de un presidente de pacotilla --el Nicolás Zúñiga y Miranda porfirista del siglo XXI--, sino entrándole de una vez por todas al problema central de la alternancia partidista en la presidencia de la república: la transición del régimen político priísta a un sistema político democrático.
Al final, el SME y la APPO le apuestan a la ruptura anarquista porque carecen de un partido real de izquierda que pueda conducir la transición. España tuvo al PSOE para la democratización y Rusia padece su Putin para la restauración del viejo régimen de privilegios autoritarios. Con el apoyo de la Tremenda Corte, México se desliza por el camino ruso.
Si en las leyes, en el parlamento y en las calles no se razona la dimensión de la crisis y ahí se mira en el corto plazo de las complicidades, el país no va a transitar hacia un régimen democrático sino que encontrará, como en Rusia, la tranquilidad en la restauración del viejo régimen. La iniciativa debe partir del presidente Calderón: o la transición democrática de fondo o el regreso del Jurásico priísta.
Post RLB. Punto Politico.