junio 16, 2012

El 132 ¿contra colegiaturas? + Camila y el castrismo rancio


Sin una agenda concreta, el Movimiento YoSoy132 podría meterse en un problema mayor: hoy estará en territorio de la UAM con la líder estudiantil chilena Camila Vallejo, quien ha estallado la violencia en protesta por la privatización de la educación media y superior y sobre todo por el alto costo de las colegiaturas en Chile.

El movimiento 132 está formado por estudiantes de las principales universidades privadas, cuyas colegiaturas oscilan entre 600 mil y un millón de pesos por carrera. La presencia de la carismática Vallejo --más reconocida en el mundo por su belleza que por su militancia en la Juventud Comunista de Chile y su reciente reunión con un decrépito Fidel Castro-- en México con el 132 va a llevar a los jóvenes a reflexionar que en principal problema que enfrentan no es Televisa sino el alto costo de las colegiaturas de sus escuelas.
Camila Vallejo estará en México para tratar de integrar un movimiento estudiantil internacional, al cual han comenzado a unirse los estudiantes españoles que también padecen la privatización de la educación en materia de contenidos educativos y de altas colegiaturas. Lo de menos será la solidaridad entre movimientos estudiantiles de varias partes del mundo, porque el problema central radicará en la agenda política local: la televisión privada y la elección presidencial en México o el alto costo que pagan los del 132 en las colegiaturas de sus escuelas.
Pero quedará también el tema ideológico. El movimiento estudiantil chileno ha estado dominado por la dirección política de las juventudes comunistas, aunque Camila Vallejo --estudiante de geografía que hizo a un lado para dedicarse a la lucha estudiantil-- acaba de perder las elecciones para relegirse de presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, la más importante universidad pública de la que han egresado los últimos presidentes de la república, desde Salvador Allende hasta Michelle Bachelet aunque no el conservador Piñera actual. A Vallejo le ganó Gabriel Boric, estudiante de derecho también de la Universidad de Chile. Por definiciones propias, la dirección colectiva de la Federación de Estudiantes está formada por diferentes formaciones de la izquierda, básicamente socialistas y comunistas.
El activismo de los estudiantes chilenos nació para oponerse a las leyes educativas que disminuyeron la educación pública y promovieron la privada, pero con altos costos de colegiatura que obligan a los jóvenes y a sus familias a endeudarse en condiciones, ha escrito Vallejo, en condiciones de “una nueva forma de esclavitud” porque se convierte en una carga financiera y en un beneficio especulativo para los bancos. Por tanto, la lucha de los chilenos se orienta a educación gratuita.
Pero además de ello, los estudiantes chilenos han ido más allá al convertir en movimiento en el punto de partida de construcción de una nueva izquierda juvenil que salga del espacio educativo y se vuelque sobre la realidad y para ello han salido a las calles a chocar contra la policía del gobierno conservador de Sebastián Piñera, un próspero empresario que se localizó entre los 500 más ricos de Forbes. El grupo Creando Izquierda, del actual presidente estudiantil chileno Gabriel Boric, lo señala con claridad:
“Nos une la convicción de que debemos reapropiarnos de la política, en tanto acción colectiva para la transformación de la realidad. Nuestra invitación es a crear izquierda, una izquierda moderna, capaz de mirar críticamente su pasado, con los pies bien puestos en los problemas del presente y la mirada fija en el futuro que queremos. La que existe no basta y la que necesitamos no es monopolio de nadie”.
En este contexto, Camila Vallejo ha tenido que lidiar con sus objetivos comunistas y de izquierda y la explotación comercial de su imagen aprovechando su belleza; en realidad, Vallejo es más conocida por su rostro de modelo europeo que por sus ideas radicales, lo cual es incómodo porque los medios la buscan por bonita y no por líder. El The New York Times ya la caracterizó como “la revolucionaria másglamorosa”. En México se preparó su visita a la UAM invitada por el 132 justamente por su rostro y no por sus ideas. Y el ambiente de expectación por su visita tiene que ver más con la figura mediática de Camila Vallejo que por su papel político e ideológico en la dirección política de la protesta estudiantil chilena.
Pero Vallejo es también una imagen de la izquierda arterioesclerótica. Visitó en abril Cuba para reunirse con estudiantes pero también con los hermanos Castro que mantienen el control férreo y dictatorial del poder cubano desde hace más de cincuenta años y la izquierda comunista juvenil fue de nueva cuentacooptada por el comunismo senil cubano: “las reflexiones de Fidel son luz y esperanza de Chile”, afirmó Camila Vallejo al salir de su reunión con el hombrefuerte de Cuba y el poder tras el trono del presidente Raúl Castro. “Fidel es para míy para toda la juventud comunista de Chile uno de los liderazgos más importantes en el mundo, un gran visionario”, aunque no aclaro si porque tiene una visión hacia el futuro o porque ve visiones. “Para nosotros, lo que diga, reflexione, lo que nos señale es como una carta de ruta”.
Esta es la Camila Vallejo que estará hoy en México para hablarles a los del132 de escuelas privadas de la lucha contra la educación privada de paga, seguramente para platicarles de su encuentro con Fidel Castro y sin duda para explicarles el alcance y la profundidad del movimiento estudiantil chileno que salió a las calles a chocar contra la policía. A diferencia de los movimientos estudiantiles de España, México y Grecia, el de Chile está dirigido política y estratégicamente por la izquierda socialista y comunista y que va más allá de la educación, aunque a Camila vayan a verla por bonita y no por comunista.
Por Carlos Ramirez.
Post.RLB.Punto Político

junio 12, 2012

AMLO les falló a los YoSoy 132 + Desdeñan agenda de indignados




1.- Luego de convertirse durante tres semanas en el centro de la indignación juvenil y suponer que habían establecido la agenda política, los miembros del movimiento YoSoy132 se quedaron pasmados cuando el segundo debate oficial de los candidatos presidenciales apenas les dedicaron un par de segundos y sinidentificarlos como organización.
2.- El 132 había hecho el trabajo de trincheras al movilizar a estudiantes contra Enrique Peña Nieto y para satanizar a Televisa, pero el debate del domingo por la noche eludió el tema, a pesar de la estrategia de haber utilizado laingenuidad del periódico The Guardian para publicar documentos anónimos sobre el plan de medios de Peña como gobernador del estado de México en Televisa. La última semana, el 132 movilizó protestas para presentar a Peña como el candidato de Televisa. Nada de ello surgió en el debate.
3.- López Obrador dedicó un segundo cada vez a los jóvenes y se pasó de largo. Josefina Vázquez Mota utilizó la agresión contra Peña en la Universidad Iberoamericana pero para significar que ella había salido ovacionada de su comparecencia. Pero nada más, a pesar de que el movimiento 132 surgió en la Universidad Iberoamericana, logró trasminar a otras universidades privadas y varias públicas y se metió un rato en el proceso electoral.
4.- Así, el 132 se redujo a una maniobra política de corto plazo y los jóvenes fueron usados como carne de cañón principalmente por López Obrador y menos Josefina, aunque el primero logró penetrar la estructura dirigente para inducir protestas y convertirlo en una movilización anti PRI y anti Peña Nieto y la segunda sólo supo aprovechar el apasionamiento desinformado de los estudiantes de la Ibero para capitalizar expectativas. Y si ninguno de los candidatos reconoció el papel del 132, menos aún le dio el significado político que tuvo la protesta.
5.- Por el desdén de López Obrador, Josefina y Quadri al 132, el tercerdebate convocado por ese movimiento perdió ya razón de ser; si los candidatosdesaprovecharon la pantalla nacional de los dos canales de mayor audiencia con un debate menor en incidencias que el primero, en realidad será de poca utilidad un tercer debate para decir lo mismo y en difusión sólo internet. La próxima semana los candidatos se dedicarán a administrar sus puntos en encuetas como para preocuparse por reconocer el papel de los jóvenes.
6.- Lo que falta por aclarar es si los jóvenes universitarios del 132 fueronusados por las estrategias políticas de los candidatos o si al final su agenda resultóirrelevante para el debate de proyectos y los ataques entre ellos o si en realidad sólo fueron chamaqueados por la astucia política de operadores o si de plano la movilización real de los jóvenes fue menor a las expectativas y contingentes lopezobradoristas tuvieron que engrosar las protestas contra Peña del domingo y darles aire para las fotos y por esa razón dejaron de ser útiles a las campañas.
7.- Al estar ausentes del debate los temas de los jóvenes indignados que según ellos estaban estallando la “Primavera Mexicana” correspondiente a las movilizaciones de la “Primavera Árabe” que había derrocado dictaduras religiosas en África árabe, la agenda nacional se redujo a los temas previsibles para los cuales los candidatos se habían preparado con minuciosidad. Al excluir del debate el tema de Televisa --más allá de Peña Nieto--, los candidatos disminuyeron casi a la nada el tema central de la movilización de los del 132. Sin el espacio político del debate, el tema Televisa se difuminó en los apasionamientos juveniles.
8.- Sin Televisa en el centro del debate electoral, el 132 se quedó sin litispolítica. Ahora deben exigir a López Obrador y a Josefina una explicación del por qué Televisa fue excluida en el debate, aunque en realidad los chavos del movimiento deberían primero sentarse a analizar las razones por las cuales metieron a la televisora en el proceso presidencial sin entender los expedientes laterales que involucran una guerra entre empresarios poderosos. López Obrador azuzó a los estudiantes cuando metió el tema en el primer debate y tenía todo para remachar en el segundo, pero a la hora decisiva se salió por peteneras.
9.- Con todas sus contradicciones, limitaciones y asambleísmos desgastantes, los del 132 habían atrapado un espacio político que los obligaba a ser más profundos. El primer error fue el de convertirse en un movimiento masivocontra el candidato del PRI porque por esa razón beneficiaban al candidato del PRD que había explotado esa vertiente informativa. Inclusive, con financiamiento no claro, los chavos se metieron al estadio Azteca para protestar con violencia contra Peña.
10.- En twitter el mismo domingo por la noche circularon las protestas de jóvenes universitarios porque ni López Obrador ni Josefina mencionaron al 132 por sus siglas o su movimiento. De hecho, el 132 esperada dar el salto cualitativo en el debate al ser ungidos por el candidato del PRD y la candidata del PAN como un movimiento social reconocido; la frustración se convirtió en enojo porque el 132 se quedó en el limbo de los movimientos juveniles usados por los políticos para los juegos palaciegos y mediáticos de poder.
11.- Los movimientos juveniles en regímenes democráticos tienen pocofuturo político: ahí están los desinflados 15-M de España y #occupywallstreet de los EU; los dos se ahogaron en las protestas por carecer de propuestas. El 132 debereplantear su existencia al calor del desdén del segundo debate y alejarse de las simpatías o la militancia y colocare también frente a candidatos; si no, su escenario se recudirá sólo a la decreciente atención mediática.
12.- Ahora el 132 tiene sólo dos escenarios: radicalizarse sin partidos ni candidatos o diluirse en la otredad de la realidad mediática que pudo haberlos inventado.
Por Carlos Ramirez
Post RLB Punto Político.

Yo Soy132 el vacío político + No hay pensamiento crítico


Nacido del enojo, formado por una amalgama babélica de jóvenes con posiciones sociales polarizadas y con el peso de Tlatelolco 68 y del halconazo 71, el Movimiento 132 fracasó en la elaboración de un discurso político y no alcanzó siquiera a cercarse a los perfiles de un pensamiento crítico.
El gran debate en el territorio priísta-perredista de Ciudad Universitaria de la UNAM se extravió en el asambleísmo y de nueva cuenta el 132 se escabulló de una toma de posición frente a la realidad del país. Su fraseo político se vio otra vez viejo, demagógico, repetitivo; pero sobre todo, los estudiantes de nivel superior que se preparan para irrumpir en la realidad y en el mercado laboral evidenciaron no tener una distancia crítica del México en disputa.
El escenario de corto plazo es bastante obvio: será un movimiento estudiantil anti Peña Nieto y por tanto pro López Obrador. Lo paradójico de la realidad que los envuelve es que no fueron al fondo de la crítica: el problema no es Peña Nieto sino el modelo sociopolítico y económico del PRI que representa el PRI del candidato presidencial y que reproduce en su versión neopopulista la coalición de López Obrador y en el enfoque similar del PAN.
Al 132 le falta un diagnóstico de la crisis, una revisión crítica del modelo de desarrollo que está produciendo egresados universitarios para el desempleo o el subempleo y una agenda de debate sobre el futuro de México para las próximas tres generaciones. Algunas de sus protestas revelan la incapacidad para entender la realidad: por ejemplo, a la candidata panista Josefina Vázquez Mota le exigieron que no hubiera ni un periodista muerto más cuando el tema central no radica en defender a los periodistas que han muerto o han sido lastimados por cumplir con su función de publicar sino en que existan sectores sociales que denuncien por nombre y apellido a los funcionarios y políticos responsables de las muertes o señalen a los jefes de los cárteles de la droga que han ordenado la muerte de comunicadores; ¿en algún momento los estudiantes van a encarar a los capos criminales?
Salidos de una realidad en crisis generacional y de modelo de desarrollo neoliberal, el movimiento 132 de estudiantes de universidades públicas y privadas eludió analizar la realidad y redujo su protesta a Peña Nieto pero sin cuestionar el modelo político del PRI, el fracaso de la alternancia con un Vicente Fox hoy orgullosamente priísta –falta decidir si será alacrán, alimaña, sanguijuela, tepocata o víbora prieta– y la política económica salinista que por cierto prevalece como programa académico en la Iberoamericana, el ITAM y el Tec de Monterrey.
El otro error estratégico del 132 es suponer que la televisión privada está imponiendo a Peña Nieto como candidato cuando en realidad su viabilidad ha sido fruto de la incapacidad del PAN para instrumentar una alternativa de desarrollo desde el poder y del modelo de nación que representa el PRI, por lo que el adversario debiera ser el pensamiento económico priísta-perredista del regreso del Estado populista; es decir, que el verdadero problema de país es la ausencia de un nuevo modelo de desarrollo con su correlativo sistema productivo y sus correspondientes correlaciones de fuerzas sociales.
En este contexto, el movimiento 132 de estudiantes de universidades privadas y públicas es una protesta conservadora y evasiva e irónicamente producto de la cultura de la televisión porque confunden imagen con estructura productiva. El precario discurso político de los estudiantes refleja que conocen la realidad del país a través de la pantalla de la televisión y no del conocimiento de las contradicciones sociales y de clase. Sin embargo, desde 1958 José Revueltas afirmó que la única fuerza capaz de disputarle concurrencia política-electoral a la clase dominante es la concurrencia económica y productiva.
Las dos reuniones en CU del babélico 132 revelaron la incapacidad de organización para poner orden en el corto plazo a la protesta y la decisión sólo de convertirse en un movimiento anti Peña Nieto, nada más, sólo eso, apenas un punto, un sólo punto. Eso sí, se vieron bravos y decididos en hacer vigilia en el IFE el día de las elecciones para evitar un fraude electoral, cayendo en el garlito del discurso del conflicto poselectoral de López Obrador.
En el fondo, el movimiento 132 de estudiantes de universidades privadas y públicas sería la última expresión de la vieja república priísta que finca las esperanzas en el Estado. Y como parece indicar, los estudiantes de instituciones públicas y privadas se van a negar a discutir sus programas de estudio que los preparan para servir al modelo de desarrollo que repudian en Peña Nieto aunque alaban en el mismo modelo propuesto por López Obrador.
Eso sí, el movimiento 132 se ha convertido en un catalizador de justificaciones morales de sectores sociales e intelectuales críticos o acríticos que echan por delante a los jóvenes pero que no articulan un pensamiento crítico conjunto o un discurso político articulador. Hoy apoyar al 132 ayuda a tranquilizar las conciencias y a adquirir indulgencias para justificar acriticismos o arterioesclerosis intelectual.
La única posibilidad que tiene el movimiento 132 de ser realmente útil es la de diseñar una agenda para la transición del viejo régimen priísta –cuya permanencia se localiza en las propuestas presidenciales del PRI, el PAN y el PRD–  a una república con mejores posibilidades de desarrollo económico, democracia sin corporativismos y menor pobreza. A menos que su meta sea ser un grupo de presión callejero como el CNTE magisterial o el SME y sus propuestas no salgan de la pantalla de la televisión. Para el 132 el mundo termina en un segundo debate de candidatos “con los jóvenes”. Ni más ni menos.
Por Carlos Ramirez
Post RLB Punto Político.