No al burocratismo cambiario
Muchas veces los agentes económicos son afectados en el intercambio de sus productos por las distintas regulaciones gubernamentales. Lo raro es cuando dichos agentes provocan el nacimiento de dichas regulaciones.
Tal es el caso de la semana pasada en que todos los bancos comerciales que operan en México acordaron suspender sus compras de dólares al menudeo. De acuerdo a sus argumentaciones, en los últimos días han enfrentado “entradas masivas” de dólares, lo que les hace pensar en que en medio de todo esto está el lavado de dinero. Por lo mismo, las autoridades han sido llamadas para “regular” dicha situación anómala.
No sé, pero me temo que ahora son los mismísimos bancos los que podrían provocar una regulación cambiaria más, que sólo encarecerá los costos de transacción de los agentes económicos.
De entrada, el hecho de enfrentar transacciones de dólares extraordinarias nada prueba que sea lavado de dinero. La economía mexicana (contrario a economías como la gringa) es muy pequeña como para que el lavado de dinero sea espectacular. Por supuesto, que lo hay, pero las regulaciones gubernamentales sólo complican las transacciones diarias. Los delincuentes siempre encontrarán la forma de burlar cualquier medida.
Ya por lo pronto la negativa de los bancos ha provocado que la enorme mayoría de la gente que realiza operaciones de dólares al menudeo (inocentes todas ellas) se vuelque a los centros cambiarios-negocios de cambio más pequeños-; colas enormes para vender dólares al menudeo.
Más vale que autoridades y bancos sean responsables y prudentes y no terminen por estimular la aparición de mercados negros (en dónde lo atractivo sería encontrar dólares más baratos).
La libertad económica incluye a la libertad cambiaria. Un régimen libre cambiario no mete restricciones de ninguna índole, y menos condiciona al escrutinio gubernamental el monto operado de intercambio. Además, en un régimen cambiario libre una persona puede tener cuentas bancarias en cualquier divisa ó metal precioso.
Si empezamos a regular y regular por dizque combatir el lavado de dinero, vamos acabar en una dictadura cambiaria, en donde el gobierno sabe quién y cuanto opera en el intercambio de divisas. Vamos acabar fastidiando a, por ejemplo, los turistas, ó a pequeños comerciantes relacionados con la actividad turística.
Los narcos en una de esas y hasta ya poseen algún banco comercial, así que las regulaciones se las pasan por el arco del triunfo.
En México hemos avanzado en libertad cambiaria, la cual deberíamos mejorar y perfeccionar para tener un mercado de cambios verdaderamente libre (en donde por ejemplo, PEMEX pueda vender libremente sus dólares al mercado y no exclusivamente a través de Banco de México).
No sé que suceda esta semana en que la autoridad fijará una nueva circular para controlar supuestamente el lavado de dinero. Pero más vale no crear una regla monstruosa que origine mercados negros.
Cuando los gobiernos manejan mal la economía, imponen control de cambios (cosa también común entre las dictaduras comunistas), condicionan el abrir cuentas bancarias en divisas distintas, controlan la venta de oro y plata, etc. Los controles cambiarios jamás servirán para detener las transacciones cambiarias, pues surgen mercados negros. Cualquier medida que implique control de cambios (ó regulaciones burocráticas cambiarias) va en contra del crecimiento económico. No a más burocratismo cambiario. No hay que olvidarlo.
Por Godofredo Rivera.
Post RLB. Punto Politico.
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