julio 12, 2012

El 132 no es el 68, sólo televisión + Mini-chiqui-nano plantón de AMLO


Como buenos hijos políticos de la televisión de la familia Azcárraga, los chavos del movimiento YoSoy132 no ven más allá del control remoto de sus televisiones de plasma. La intención de equipararlos con el movimiento estudiantil del 68 es un insulto a la memoria de jóvenes que lucharon por la democracia y que revelaron el lado autoritario del sistema político priísta.
Como la negación de la negación es una afirmación, el 132 ha derivado en un movimiento vergonzante de Andrés Manuel López Obrador para enfrentarlos a Enrique Peña Nieto, en una réplica de farsa del plantón del 2006 que partió del zócalo y terminó en el periférico. 
Hoy unas cuántas casas de campaña instaladas frente a instalaciones electorales representan un mini-micro-nano plantón para, como en el 2006, obligar a las autoridades electorales a decretar la victoria de López Obrador pese a las cifras del conteo de votos.
Más que un conflicto poselectoral, la protesta del 132 se asemeja más a un pleito por el control remoto de la televisión de plasma que por la democratización política del país. Sin presentar pruebas, con insultos a la televisión y a partir de un voluntarismo fascistoide, los chavos del 132 se quieren convertir en la autoridad electoral máxima para decretar ellos quién ganó las elecciones. Lo malo para ellos es que quieren ejercer un derecho absolutamente antidemocrático… en nombre de la democracia.
Lo más grave es que el grupo lopezobradorista --sobre todo su flamante ministra de Cultura-- quiere convertir al 132 ya no se diga en el heredero del movimiento estudiantil del 68 sino en una réplica histórica de aquella movilización de jóvenes universitarios contra la represión de los granaderos que fue el punto de partida trágico del proceso de democratización política. En todo caso, los chavos del 132 no luchan contra el sistema sino sólo contra la televisión y combaten a Peña Nieto no por representar al PRI sino por haber logrado una figura mediática a través de Televisa. Lo malo es que a pesar de estudiar en universidades privadas donde las cuotas debieran implicar un mayor grado de capacidad de análisis, los del 132 tienen la solución mágica, por cierto una salida neoliberal de mercado: más televisoras. El problema, sin embargo, no radica en el dominio del mercado por dos grandes cadenas de televisión, sino lo que representa la televisión como instrumento de exclusión de la realidad.
Lo grave es demeritar el 68 con las movilizaciones mostrencas del 132. El punto central es que el 132 no es el 68. El movimiento del 68 fue otra cosa. En su libro 1968: la historia también está hecha de derrotas, Pablo Gómez, dirigente en el 68 de la juventud comunista y hoy cuadro parlamentario del PRD, resumió las tesis centrales del 68:
1.- “Los años sesenta fueron los de la construcción de la izquierda estudiantil… sobre la base de difusión del marxismo”. El 132 carece de ideología porque su enemigo no es una clase sino una pantalla de plasma.
2.- “El Partido Comunista impulsó la creación de una organización nacional de estudiantes desde 1963”. Hoy el PCM no existe, la izquierda es neopopulista y el PRD se basa en la movilización del lumpenproletariado desclasado. La juventud comunista del 68 que penetró las universidades no aparece en el PRD.
3.- “La mayoría de estos movimientos no alcanzó el triunfo y muchos fueron reprimidos directamente por el gobierno federal, lo cual generaba mayor resistencia y repudio a la política del gobierno”. El 132 no nació de una represión del gobierno, por lo que ha enfocado su lucha contra la televisión.
4.- “La fuerza de esta izquierda también se basaba en su significado cultural, entre ellos la liberación sexual, la música, el cine”. Esta ruptura generacional del 68 simplemente es inexistente en el 2012 porque la autodenominada izquierda hoy en día es asistencialista, corporativista, de acarreo y sin debate de ideas.
5.- “El entorno político general anterior al movimiento estudiantil de 1968 se caracterizó por las tendencias hacia el establecimiento de un régimen de carácter policiaco, con fuerte presencia del ejército como instrumento directo de los gobernantes”. Hoy, en 2012, el 132 carece de un análisis de diagnóstico del carácter del régimen, desdeña las prácticas democráticas que lograron los movimientos anti autoritarios del pasado reciente y paradójicamente usa la democracia para imponer un régimen político lopezobradorista que opera sobre los mismos mecanismos autoritarios del viejo PRI: el voluntarismo patriótico.
6.- “En 1966 se produjo un movimiento estudiantil anti autoritario en la UNAM, el cual enarboló en su última etapa gran parte del programa universitario de las izquierdas”. El 132 no nació de un movimiento progresivo estudiantil ni menos de la inexistente izquierda, y hasta la fecha no ha podido articular un discurso político programático para darle un sentido político transformador.
7.- “En el mes de julio de 1968 existía una vanguardia estudiantil de izquierda en la ciudad de México”. Las dificultades del 132, en caso de que quisieran retomar realmente las experiencias del 68, se localiza en la ausencia de una vanguardia estudiantil, la izquierda universitaria simplemente es inexistente, no existe un partido de la clase obreras y la juventud se ha despolitizado.
En el punto 18 Gómez establece: “el radicalismo estudiantil se dirigió contra el autoritarismo del gobierno, el despotismo del presidente de la república, la represión y la falta de libertades democráticas”. La lucha del 68 cristalizó en la práctica en la alternancia partidista de 2000, pero ni la izquierda ni la juventud politizada del 68 construyeron una plataforma para la instauración de un sistema democrático. La evidencia del fracaso de la izquierda y de la juventud estudiantil ha sido el regreso del PRI a la presidencia de la República con una ventaja de casi siete puntos sobre el candidato del neopopulismo. Y ante ello, el 132 erige como enemigo a… la televisión, como si la democracia fuera cosa de la programación televisiva.
Si antes la lucha de la izquierda estudiantil era contra la estructura del poder político priísta y por el socialismo, hoy el 132 la reduce a una lucha por… el control remoto de la televisión de plasma.
Por Carlos Ramirez
Post.RLB.Punto Político.

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