Soriana: el bumerang del PRD + Zambrano y tiradero de AMLO
Después de haber
insultado, agredido físicamente, desprestigiado, burlado, mentido y acusado sin pruebas
a la empresa Soriana, el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, se enojó por
la repuesta de la tienda de autoservicio y amenazó con
acusarla de “difamación y daño moral”.
El diferendo
PRD-Soriana-PRD-AMLO-Soriana-PRD-AMLO forma parte del discurso de propaganda de
Andrés Manuel López Obrador para mantener en medios vigente su protesta por el
resultado electoral del primero de julio que lo colocó casi 7 puntos debajo
de Enrique peña Nieto y con 3.4 millones de votos menos.
Los puntos delicados tienen
que ver con la campaña de estridencia de López Obrador, el PRD y Zambrano
contra Soriana que derivó como efecto directo en invasión de
propiedad privada por perredistas, más de 180 agresiones contra la tienda y
tres bombas molotov en un local en Monterrey. Y cuando la empresa respondió con
un desplegado vinculando directamente las acusaciones agresivas de López
Obrador, el PRD y Zambrano, la respuesta de éstos va desde el desdén del
tabasqueño hasta las amenazas del dirigente perredista.
Y ahora viene la demanda legal
del PRD contra Soriana, y la hará nada menos que julio Scherer Ibarra, miembro
de comisiones del PRD y abogado de López Obrador, de quien circula y se ha
publicado --como muchas veces lo ha hecho Proceso-- una
conversación grababa clandestinamente donde pidefondos a un
banquero para la campaña de López Obrador.
Lo malo es que las
reacciones perredistas dan material para incluirlas como
argumentos políticos en contra del PRD. Dijo, por ejemplo, Zambrano: “que gente
en varias partes del país se les identifique como perredistas, eso no
significa que lo sean”. Por tanto, lo lógico es que Zambrano, el PRD y
López Obrador se deslinden de “esos” perredistas que toman
plazas, cercan empresas, se meten a negocios y gritan contra el supuesto fraude
electoral porque, siguiendo la lógica de Zambrano, no todos
son lo que dicen ser y los analistas estaríamos acreditando el coima de
violencia política a furibundos lopezobradoristas. En ese mismo sentido, a lo
mejor hay colados hasta en los mítines del tabasqueño.
El consejo de serenarse se
lo debió de haber dado López Obrador a Zambrano, quien parece un troglodita --en
términos de la ciencia política de Montesquieu-- acusando a Soriana, en un acto difamatorio,
de “alinearse al PRI”. Si Zambrano afirma que “ninguno de los personajes del
Movimiento Progresista somos responsables de nada que no sea
nuestra lucha dentro del marco legal en defensa de la
democracia”, entonces qué espera el PRD para deslindarse de los macheteros de
Atenco que amenazaron con estrangular el DF o con el YoSoy132 que afectó el
funcionamiento de una empresa privada impidiendo el ingreso de empleados a su
centro de trabajo.
En su lenguaje de la vieja
izquierda revolucionaria y guerrillera, Zambrano ha sido difamatorio de
los que no apoyan a López Obrador. En una declaración para deslindarse de los
bombazos contra Soriana en monterrey, Zambrano dijo que se trataba de “un
posible montaje provocador” supuestamente organizado por la
misma empresa. Lo malo de este conflicto es que los particulares carecen de
instrumentos legales para acusar a los políticos --y más a los perredistas-- de
difamaciones porque supuestamente los perredistas son un dechado de
pureza política. Obviamente que Zambrana carecía de pruebas para su
declaración difamatoria que pudo haberle causado daño moral a una empresa
privada.
Pero justo en las horas pico del
conflicto Soriana-PRD, perredistas del municipio de San Vicente Chicoloapan,
Estado de México, “encabezados por el ex candidato derrotado a la
alcaldía Gerardo Cervantes” y retuvieron duramente tres horas
dentro de una sucursal de Soriana a más de 300 personas, en un acto de protesta por
el papel denunciado por López Obrador y Zambrano a favor del PRI.
El problema con Soriana
forma parte de la pérdida de control de López Obrador, Zambrano
y el PRD de las acciones de protesta contra el resultado electoral del pasado
primero de julio. Se trata de una estrategia de tensión que
históricamente ha utilizado la derecha --revelada por el escritor comunista
Leonardo Sciascia en Los Navajeros--: seguir los pasos legales de
denuncia, pero llevar a la estridencia social la
identificación de complicidades a empresas privadas: hoy son Televisa, Soriana,
como en el 2006 fueron Pepsi-Co, Banamex, Wal-Mart y otras. La intención es la
de romper la alianza atacando con violencia verbal y física a
empresas privadas como una forma de dejar sentado el mensaje de
que la alianza de empresarios con el PRI llevará al PRD a agredir físicamente
a esos aliados.
En todo caso, la agresión física y
la escalada verbal de López Obrador, Zambrano y el PRD contra empresas privadas
presuntamente aliadas o usadas por el PRI en las elecciones presidenciales
tiene el doble propósito de reconocer que la batalla legal está
perdida porque los acusadores carecen de pruebas legales y de intimidar a
otras empresas para alejarse del PRI. Si se analiza a fondo, la diseñada contra
Soriana se trata de una estrategia guerrillera de ataques laterales
de desactivación de alianzas que Zambrano conoce muy bien porque viene de la
liga Comunista 23 de septiembre, la que asesinó al empresario
Eugenio Garza Sada en 1973.
Asimismo, el caso de
Soriana como eje de las protestas de López Obrador, Zambrano y
el PRD tiene como escenario colateral la derrota jurídica de
la coalición lopezobradorista por una mala fundamentación de
los razonamientos legales y la ausencia de pruebas reales,
porque es paradójico que el tabasqueño acuse a los medios de
haberle hecho un espacio mediático a Peña Nieto y les diga que perdieron
credibilidad y luego los use como base probatoria de sus
acusaciones contra Peña Nieto.
Ante la inminencia del
dictamen legal de validez de las elecciones, López Obrador, Zambrano y el PRD
están urgidos de un ambiente mediático que escale la animosidad
de los ciudadanos. Así, Soriana es parte de la estrategia para ganar en la
calle y en el odio lo que no se podrá ganar en tribunales
electorales, aunque vaya a ser un bumerang del PRD contra el
PRD.
Por Carlos Ramírez
Post.RLB. Punto Político
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