noviembre 14, 2011

Helicóptero fue comprado a casino de EU


El helicóptero Súper Puma 
Aeropatiale 322L1, matrícula XC-UHP y número económico TPH-06, en el que perdió la vida José Francisco Blake Mora, fue comprado en 1985 al hotel casino Golden Nugget y dado de alto para su uso exclusivo para el transporte de funcionarios federales el 6 de noviembre de 1987.

Esta compañía, con sede en Las Vegas, lo utilizaba para transportar a sus clientes en visitas guiadas al Cañón de Colorado, los siete días de la semana de siete de la mañana a siete de la noche”, dio a conocer José Luis Moya, especialista del sector aéreo, quien lleva a cabo desde hace tres años investigaciones sobre el accidente del Learjet 45 en la Ciudad de México y donde perdió la vida el entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.
Según documentos en poder de Excélsior, el helicóptero, adquirido por el casino en 1983 a Eurocopter, llevó las matrículas N721SW y N58025 durante los dos años que la compañía lo utilizó, es decir, por más de tres mil horas de vuelo.
Los datos, confirmados en el Registro Civil de Aeronaves con Alas Giratorias de Estados Unidos de América (Rotorspot), muestran que el helicóptero, con número de serie y registro 2084, contaba con 28 años de antigüedad y tenía capacidad para 14 personas.
Cabe señalar que datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), solicitados vía el IFAI a principios de enero de este año, encargada del mantenimiento de la aeronave, muestran que a 2010 se habían destinado 13 mil 230.90 pesos al mantenimiento del Súper Puma A322L1.
El costo de la aeronave se mantiene como inexistente en la respuesta.
“Respecto a las horas de vuelo, no hay información pública acerca del historial de cada aeronave al servicio de la Presidencia. Esto es algo que se debe investigar y darse a conocer por parte de las autoridades”, manifestó Luis Moya.
Dionisio Pérez-Jácome, titular de la SCT, dijo ayer en conferencia de prensa que ésta acumulaba seis mil 501 horas de vuelo.
Otra respuesta de solicitud al IFAI, la número 0210000025705, en poder de este diario, muestran que del 1 de diciembre de 2000 al 31 de marzo de 2005, el helicóptero siniestrado el pasado viernes tenía solamente acumuladas 717:25 horas de vuelo en casi cinco años.
“Esto demuestra que ya se compró con muchas horas de vuelo, pues si en cinco años sólo se utilizó 717 horas, cómo es que en 2011 ya tiene seis mil 501”, señaló el especialista en aeronáutica.
El mismo secretario de Comunicaciones y Transportes dijo que el helicóptero que cayó alrededor de las nueve de la mañana del pasado viernes en el cerro del Ayaqueme del poblado de Santa Catarina Ayotzingo, municipio de Chalco, Estado de México, era un Súper Puma fabricado en 1984 y adquirido por la Presidencia en 1985.
“Se le asignó la matrícula XC-UHM, identificada como TPH-06, con número de serie 2127.”
Este último dato es incorrecto, pues la nave donde fallecieron más funcionarios del Gobierno Federal tiene el número de serie 2084, con matrícula XC-UHP y fue fabricado en 1983.
Asimismo, el Grupo Aéreo de Transportes Presidenciales, una unidad de la Fuerza Áerea Mexicana que depende operativamente del Estado Mayor Presidencial, fue creado el 16 de abril de 1986, para supuestamente garantizar los viajes seguros y sin contratiempos del Presidente de México y sus secretarios de Estado.
El helicóptero TPH-06 sirvió para que funcionarios de los gobiernos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón se transportaran a eventos y reuniones importantes.
Al margen: El helicóptero no tenía caja negra ni grabadora.
La respuesta de Gilberto López Meyer es:
“Las grabadoras de voz y de datos de vuelo en las aeronaves se empezaron a usar  aproximadamente en los años 50’s, es cuando se empezaron a desarrollar las primeras grabadoras  muy rudimentarias y muy básicas y se han ido incorporando gradualmente en la flota mundial a lo largo de muchos años y han ido mejorando su diseño y su capacidad de grabación, etcétera.
Y tradicionalmente estaban enfocadas a los aviones comerciales grandes, es donde históricamente en las primeras cuatro décadas probablemente de utilización, se estuvieron instalando.
Ha sido en los últimos 20 ó 25 años cuando gradualmente se han ido instalando en aeronaves más pequeñas y también en helicópteros. Pero hay aeronaves que por su antigüedad, por ejemplo, no tienen la posibilidad técnica de instalar una grabadora, porque la grabadora no sólo es la grabadora, son los sensores de grabación, múltiples sensores de grabación: Micrófonos, sensores de fuerzas de gravedad, de vibración, de velocidad, etcétera. Y hay aeronaves que técnicamente no pueden, no se les puede instalar porque habría que rediseñar totalmente la aeronave.
En otras ocasiones hay o sería demasiado costosa. En este caso en particular, la exención legal para las grabadoras proviene de dos variables. Una, la antigüedad de la aeronave y otra el tipo de utilización de la aeronave.
Ustedes pueden consultar la norma. Es una norma pública, la Norma Oficial Mexicana 022-SCT3-2001. Está en Internet. Es una norma relativamente compleja de interpretar, pero ahí señala que para un helicóptero con año de fabricación 1984, como es éste, con peso superior a los 7 mil kilos, pero que se dedicaba a un transporte oficial, no a transporte aéreo internacional, no había la obligación legal de instalar grabadoras. Esa es la respuesta fundamental.
El tema de la explosión. Para que exista un incendio y una explosión en un accidente o en cualquier evento se requiere de una serie de factores. Por supuesto que haya un material inflamable, en este caso el combustible, pero también que haya la condición atmosférica idónea para que pueda encender ese combustible: Oxigeno, que no haya demasiada humedad, etcétera, etcétera. Y que haya fuentes de ignición suficientes para generar el calor para que haya el incendio y eventualmente una explosión.
La explicación de la interacción de esas variables es una explicación muy compleja, pero evidentemente no había todos los elementos o no hubo todos los elementos para que se diera el incendio y la explosión. Hay que recordar que este accidente fue a una velocidad relativamente baja, y a diferencia de los accidentes con aviones turborreactores, en donde casi siempre hay explosiones, en el caso de los helicópteros no es así, porque los helicópteros normalmente tienen accidentes a velocidades más bajas.
No es tan preciso decir que la mayoría de los helicópteros explotan en los accidentes, es todo lo contrario en los helicópteros. En los aviones que vuelan a velocidades superiores es diferente. Esa es la explicación.
por Paul Lara/ Excélsior  
Post RLB. Punto Político.

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