Europa: castigo sin objetivos + Cambios para seguir iguales
Analisis y Resumen Politico del actual acontecer de Mexico. Este sitio es para todos los mexicanos que estan a favor de la democracia y por el combate de politicas, Terroristas, Populistas y Comunistas, como AMLO y el PRD. /10 Edicion Internacional 2012.
La embajada de los Estados Unidos en México ha sido, históricamente, un proconsulado, uno de los instrumentos de gobierno durante los años del sistema priísta. Más aún, la embajada era conocida como de los sectores invisibles de la estructura de poder priísta y conformaba, por ello, parte del sistema político. Los embajadores no eran diplomáticos sino encargados de las relaciones de poder de la Casa Blanca en México.
Las quejas del presidente Calderón sobre el funcionamiento del embajador Pascual llevaron a su renuncia. Pero detrás de ese árbol se localiza el bosque de las relaciones bilaterales. La embajada ya no podrá ser la misma de antes: el espacio de intervencionismo imperial; la salida de Pascual inutilizó a la embajada como el instrumento de dominación política estadunidense; además, terminó con el ciclo priísta de tolerancia con el activismo nacional de los embajadores norteamericanos. Ahora la relación bilateral tendrá que ser directamente con el Departamento de Estado, no con los intendentes; ahora sí habrá una relación bilateral especia.
El embajador Pascual, en realidad, no era malo; cumplió sus tareas con discreción y eficacia. Pero cometió un error político y quedó atrapado en un incidente internacional. El error fue su relación personal con la hija de un alto dirigente priísta, lo que le hizo perder la confianza del gobierno panista. Y México fue uno de los países que no se aguantó el efecto de la revelación de los cables de Wikileaks y sus quejas debilitaron a inutilizaron el papel de Pascual como embajador. Luego de los cables, Pascual ofrecía la imagen simbólica bastante conocida en los Estados Unidos de un “pato cojo” --lame duck en inglés--, como se denomina a los presidentes estadunidenses al final de sus gobiernos por la carencia de poder. La última aparición de Pascual fue al lado del alcalde de Ciudad Juárez, cuando en el DF se inauguraba la convención de la American Chamber con la presencia de Calderón.
Más allá del sólo enojo entendible del presidente mexicano por las frases de Pascual en los cables de Wikileaks, la decisión de Obama --en contra de la opinión de su ineficazmente bélica secretaria de Estado, Hillary Clinton-- le dio un giro histórico al papel arrogante de los embajadores. De ahora en adelante la embajada de los EU dejará de ser un espacio de poder político nacional y tendrá que someterse a las nuevas reglas del juego.
La embajada jugó papeles intervencionistas en momentos precisos. El embajador Henry Lane Wilson se alió a Victoriano Huerta en el golpe de Estado contra el presidente Francisco I. Madero, el embajador Dwight W. Morrow asesoró al presidente Plutarco Elías Calles en los conflictos religiosos y avaló la idea de fundar el Partido Nacional Revolucionario y el embajador John Gavin promovió la alianza PAN-empresarios-iglesia-EU en el gobierno de De la Madrid para impulsar la alternancia panista en la presidencia de la república.
Pascual arribó con la aureola de académico especializado en Estados fallidos. Sin embargo, su función no era la de provocar la desestabilización ---como Gavin y sus alianzas con la CIA de Ronald Reagan-- ni la de estabilizar México, sino representar la nueva diplomacia del presidente Obama. Sin embargo, Pascual cayó en la telaraña del sistema político mexicano, no logró entender el funcionamiento del poder político y se quedó en la superficie del problema del narcotráfico bilateral. Y lo peor de todo y a pesar de su destacada formación académica, no llegó a comprender el proceso de alternancia partidista en la presidencia de la república.
Discreto, formal, educado, Pascual no hizo más que lo realizado por sus antecesores. Los cables de información de la situación mexicana enviados a Washington repitieron lo que hicieron embajadores anteriores: captar información en charlas de café y columnas políticas, darles una redacción especial en función de lo que quería transmitir y calificar comportamientos políticos mexicanos. Sólo que los cables de Pascual fueron revelados por Wikileaks. De todos los mandatarios y países afectados por el chismerío de los comunicados de las embajadas, Calderón fue el único que se quejó con Obama.
El principal error de apreciación de Pascual fue tergiversar el funcionamiento del ejército mexicano y promover la división entre el ejército y la marina. La razón no fue otra que la decisión política de Washington --los departamentos de Estado, Seguridad Interior y Defensa y la CIA-- de debilitar a la Secretaría de la Defensa Nacional de México por su negativa a someterse a los dictados de Washington. Pascual mal informó sobre la inexistente división entre militares y marinos mexicanos. Su propósito era abrir a golpes las puertas cerradas de la Sedena.
Todos los embajadores estadunidenses en México han mal informado a Washington, todos han manipulado las informaciones recogidas en charlas de café y columnas políticas y todos han querido interpretar la realidad mexicana. Sólo que a Pascual le ventilaron públicamente sus comentarios, no supo mover los resortes diplomáticos para controlar daños y tampoco entendió la lógica de la alternancia. Las viejas complicidades existentes durante los gobiernos priístas dejaron de existir en el panismo.
La victoria política y diplomática de Calderón y México ha sido regateada por un espacio de análisis político dominado también por las pasiones. Pero la embajada de los EU en México ya no es el proconsulado del imperio
Por Carlos Ramirez.
Post RLB. Punto Político.
3.- De acuerdo con el National Drug Threat Assessment 2010, de la National Drug Intelligence Center del Departamento de Justicia, casi el 37% de consumo de droga en los EU es de cocaína, el 27.6% es de metanfetaminas, el 12.9% es de heroína, el 12.1% es de marihuana y el9.8% es de drogas bajo prescripción médica.
4.- La zona del centro-oeste de los EU las principales drogas son las metanfetaminas entre 60-%-80%, en tanto que en la zona centro-este el consumo mayor es de cocaína entre 30%-60%.
5.- El problema más grave para los EU es la compra directa de droga de las pandillas a los cárteles mexicanos, eliminando los intermediarios introductores. El reporte del Departamento de Justicia es claro:
“Para aumentar su control sobre el tráfico de drogas en los mercados más pequeños, las pandillas callejeras han incrementado la adquisición de grandes cantidades al por mayor de drogas a precios más bajos directamente de bandas de traficantes en México y a lo largo de la frontera sudoestes. Al comprar directamente de las fuentes mexicanas de mayoreo en México a lo largo de la frontera sudoeste, las pandillas en todo el país generan ahorros de costos que les permita vender drogas a precios más bajos que los distribuidores locales independientes en las comunidades pequeñas, sacando a otros comerciantes del negocio”.
6.- La penetración de los cárteles mexicanos en la comercialización de la droga dentro de los EU fue producto de la pasividad de las autoridades estadunidenses y de la tolerancia jurídica. Hoy el narco está asentado en todo el territorio de los EU y el gobierno de Obama no se atreve a ir hasta el fondo.
Por Carlos Ramirez
Post.RLB.Punto Politico.
Paradójicamente, la sociedad de la transición quiere seguir utilizando los mecanismos de justificación del viejo régimen: el sometimiento del Estado de derecho a razones políticas y sociales, la temible raison d'État del maquiavelismo pervertido. Se trataría, para darle una dimensión de categoría científica, de lo que pudiera considerarse la doctrina jurídica Manuel Bartlett: el fraude patriótico, es decir, el incumplimiento de la ley por razones superiores de hegemonía política. Ahora se quiere exhibir un documental a pesar de la existencia de un amparo. Y el deterioro del amparo llevará el derecho a la desprotección del ciudadano y al fortalecimiento del absolutismo.
Sinopsis ¿Qué se sentirá que unos judiciales te metan a un coche sin placas, amaneces madreado tras las rejas de la carcel y te acusen de asesinato y en cuestión de semanas te condenen a 20 años de cárcel?
Esta historia de Toño, uno de los 11,000 reos cautivos en el Reclusorio Oriente, y dos académicos jóvenes: Layda y Roberto. Los tres, con la ayuda de una cámara, documentan el caso con la esperanza de sacudir un sistema que rutinariamente encarcela inocentes.